¿Cuántos emails tienes en tu bandeja de entrada? ¿y fotos en la nube? ¿Cuántos whatsapps has enviado esta semana? Tenemos completamente interiorizada nuestra actividad online, tanto que nadie se lo piensa dos veces antes de mandar un mensaje o guardar una foto. ¿Y por qué iba a hacerlo?
Nuestra presencia en internet se ha convertido en una parte importantísima del día a día, incluso imprescindible en muchas actividades, pero ¿sabías que todas estas acciones tan cotidianas y aparentemente inofensivas, dejan un rastro de basura digital que también contamina?
Según los datos del informe Data Never Sleeps de DOMO, una compañía que ofrece soluciones en la nube, en 2022 cada minuto de cada día, se hicieron 5,9 millones de búsquedas en Google, se subieron 66.000 fotos a Instagram, se publicaron 347.200 tweets y se enviaron 231,4 millones de emails.
Estas cifras son aún más llamativas si las comparamos con los datos de 2013, año de la primera edición de su publicación: las búsquedas en Google han aumentado un 195%, las fotos subidas a Instagram un 1.733%, los tweets un 247% y los emails, que en 2013 ya sumaban 204 millones al minuto, un 13%.
¿Qué es la basura digital?
El concepto basura digital hace referencia a todos los datos que se almacenan online de manera innecesaria. Las fotos antiguas, los mensajes innecesarios, los emails de publicidad, las descargas de internet… toda esta actividad emite toneladas de CO2 que contaminan el planeta.
Como explicaba a RTVE Ana Millán, directora de Fundación Accenture, 100 emails contaminan igual que 125 bombillas. Otros expertos ofrecen datos similares: The Shift Project, think tank francés que apuesta por la descarbonización, afirma que media hora viendo un vídeo en internet genera 1,6 kg de CO2.
La contaminación en internet
Toda esta actividad cotidiana y los datos que guardamos se alojan en servidores que tienen que estar conectados en todo momento sin parar para permitir que todo vaya correctamente y podamos acceder a nuestros datos o enviar whatsapps siempre que queramos. A este enorme gasto energético, se suma el de los potentes sistemas de refrigeración que necesitan para funcionar correctamente y así evitar el sobrecalentamiento.
Según los datos de la Universidad de Lancaster, donde un equipo de expertos investiga el impacto medioambiental de internet, actualmente, estos centros de datos suponen entre el 1,8 y el 2,8% de del consumo mundial de electricidad. Pero si se tiene en cuenta el impacto de toda la industria, incluyendo las fábricas y las cadenas de suministro, la extracción o el transporte, esto aumenta hasta el 20%.
Esto significa que nuestra actividad digital contamina más que algunos países como Suiza o Noruega. Además, ateniendo a la evolución del crecimiento en los últimos años, se estima que en 2025 el consumo de los servidores podría llegar a ser hasta el 8% del gasto total de electricidad en el mundo y, si se suma el total de toda la industria, las emisiones de CO2 serían tan altas como las del cuarto país más contaminante del mundo, Rusia, solo por detrás de China, Estados Unidos e India.
Así puedes reducir tu basura digital
Reducir la basura digital es una responsabilidad de todos. Afortunadamente, hay muchos pasos realmente sencillos que es fácil integrar en nuestros hábitos digitales y que podemos llevar a cabo en nuestro día a día para reducir la huella digital:
- Vaciar la papelera de reciclaje y la carpeta de emails borrados.
- Borrar todos los emails que no sean relevantes y limitar el envío de mensajes innecesarios.
- Conectarse a una red wifi en vez de usar los datos del móvil. También opta por la red 5G o 5G+; cuanto más desarrollada la tecnología, menos impacto tiene.
- Desactivar el bluetooth y la wifi cuando no se use.
- Pensar antes de mandar un email o un mensaje, ¿realmente hace falta enviarlo?
- No dejar abiertas aplicaciones innecesariamente.
- Optar por el modo oscuro en el móvil y ordenador, e intentar mantener el brillo de la pantalla al mínimo.
- Ser más selectivo con las fotos que almacenas: evitar guardar ráfagas de fotos y fotos repetidas en la nube.
- Apagar siempre el ordenador cuando termines de usarlo, desenchufar el cargador y, en general, cuidar los dispositivos para alargar al máximo su vida útil.
- En vez de descartar un dispositivo porque se ha quedado sin espacio de almacenaje, hacer el ejercicio de ver todo lo que se puede borrar (aplicaciones, archivos, etc) para liberar memoria.
- Apostar por una de las numerosas aplicaciones o programas que pueden ayudar detectando y borrando duplicados.