Jardín de las Delicias 2023, un final de verano de ensueño

Con el público totalmente entregado subía al escenario el cabeza de cartel. Poco tienen que demostrar ya Vetusta Morla, y su concierto, como era de esperar, fue incontestable. ‘Finisterre’, ‘Copenhague’, ‘Consejo de Sabios’, ‘Te lo digo a ti’, ‘Valiente’, ‘Cuarteles de Invierno’, ‘Rey Sol’, ‘Sálvese Quien Pueda’, todas estas canciones forman parte ya de nuestra cultura musical y sonaron perfectas.

La papeleta de tocar tras el plato fuerte le tocó a Dani Fernández, que, a pesar de la situación y del frío que empezaba a hacer, consiguió encender al público saliendo enchufadísimo al escenario. Un gran concierto también el del manchego, dando algo más de picante a sus principales éxitos como ‘Te Esperaré Toda la Vida’, ‘Dile a los Demás’ o ‘Plan Fatal’, junto a Sidecars. Finalmente Dorian ocupaban el escenario Endesa para cerrar el cartel del primer día en el Jardín de las Delicias. Veinte años sobre los escenarios dan para mucho y los barceloneses tampoco se dejaron nada en el cargador. ‘Tormenta de Arena’, ‘Cualquier otra Parte’ o ‘Verte Amanecer’ sonaron grandes e hicieron bailar al público hasta el final de la fiesta.

Sábado

El sábado Paula Mattheus subía en primer lugar al escenario Endesa. La cantautora de Getxo inmersa en la presentación de su primer disco ‘Mi Concierto en el Balcón’, consiguió conectar con el público que iba llegando al recinto a primera hora de la tarde. Le siguió Sofía Ellar para quien ya había un nutrido grupo de fans coreando sus canciones. Con tres álbumes a sus espaldas y un buen puñado de singles brillantes, la compositora y vocalista afincada en Madrid firmó un concierto luminoso, cargado de buena vibra. Tras ella, subía al escenario Pol Granch para repasar las canciones de sus dos discos publicados hasta el momento, ‘Tengo que Calmarme’ (2020) y ‘Amor Escupido’ (2022). Tampoco faltó en el repertorio su último single: ‘Cuando Salto me Duele’, ante un público entregado que ya empezaba a crecer a la espera de los platos principales.

El primer fue Pignoise, que se marcaron un auténtico bolazo de punk pop plagado de hits. El tiempo parece no hacer mella en esta banda ni en sus canciones. ‘Te Entiendo’, ‘Estoy Enfermo’, ‘Sube a Mi Cohete’ y ‘Nada Que Perder’ sonaron como si acabaran de estrenarse. El secreto: la actitud y la autenticidad de un concierto sin artificios, solo dos guitarras, bajo, batería y voz. Sin duda la fórmula secreta de la eterna juventud musical. Seguidamente, Camela, el secreto mejor guardado del festival. La actuación sorpresa. Pocos grupos son conscientes como Camela de la popularidad de todas sus canciones y ofrecieron al público una autentica colección de grandes éxitos, algunos enlazados, en un concierto lleno de oficio y de tablas tanto por parte de la inconfundible parte vocal a cargo de Dionisio Martín y María de los Ángeles Muñoz, como por la espléndida banda que les acompañaba.

Los dos cabezas de cartel de la noche actuaron ante una auténtica multitud de fans. Taburete, por segundo año consecutivo en el cartel, demostró que para ellos, estar en Jardín de las Delicias es lo mismo que estar en casa. Buen concierto ante un público totalmente a favor de causa que coreo todas y cada una de las canciones que interpretaron los madrileños, ‘Foto en Blanco y Negro’ de El Canto del Loco incluida. Le siguió Melendi, al que tampoco le falta repertorio para mantener arriba al público de principio a fin, ni labia para explicar como cambió el balón de fútbol por el micrófono para iniciar su carrera musical.

Tras la actuación de Ramón Melendi, subía al escenario Juan Magán dispuesto a quemar todas las naves hasta el fin de fiesta. Así fue, con un repertorio repleto de munición para bailar hasta bien entrada la madrugada.

Sostenibilidad

Un año más Endesa colaboró con Jardín de las Delicias como Patrocinador Sostenible. En esta edición, esta alianza ha dado un paso más adelante adelante gracias a medidas dirigidas a limitar la emisión de CO2 a la atmósfera. Para ello, entre otras acciones, se instaló una batería para alimentar con suministro eléctrico parte del escenario Endesa, así como la totalidad de las necesidades energéticas de las labores de montaje y desmontaje. Esto ha supuesto la sustitución del uso de 2.500 litros de gasoil por energía renovable, y dejar de emitir 6,5 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Además, el 70 por ciento de los materiales del Jardín de las Delicias son reutilizados del año pasado, incluidos gran parte de los escenarios, los elementos decorativos, señalética y, por supuesto, la zona de activación de Endesa Music Lover, que ya ha pasado por tres festivales: Mallorca Live Festival, Cruilla y Jardín de las Delicias.

Entre las acciones sostenibles, también se incluyó una línea de autobuses eléctricos gratuitos entre Moncloa y el recinto del festival, y parking gratuito para los 50 primeros vehículos con distintivo cero emisiones que llegaban al festival cada día.