
Verlo siempre en Español
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El experimento de hoy nos habla de la luz y de cómo modularla para que se plasme de manera distinta en nuestras fotos. El fotógrafo y youtuber Marcos Alberca nos detalla cómo es la luz en cada momento de día y cómo debemos manejar nuestra cámara para obtener los mejores resultados.
La luz en fotografía es esencial, pero no siempre tenemos el control sobre ella. Si estamos trabajando fuera de un estudio y nuestra iluminación es luz natural, el exterior es mucho más difícil de controlar, aunque si sabemos adaptarnos los resultados pueden ser geniales.
Otro factor importante a la hora de hacer fotos es si nuestras fotografías las queremos hacer de día o de noche. La luz juega de diferente manera sobre los objetos sobre los que se refleja, no sólo en las diferentes horas de un día, sino también en las diferentes estaciones del año.
En verano, el sol en su punto más alto está a gran altura, y el arco que recorre durante los días de verano es muy alto por lo que las sombras que se producen son pequeñas, la luz al incidir verticalmente sobre los paisajes y objetos y genera menos sombras y nuestras fotografías son más empastadas, es decir los elementos que las conforman tienen menos matices entre ellas.
En invierno, sin embargo, al tener un arco menor, las sombras son más horizontales y alargadas lo que hace que los paisajes sean más interesantes y produzcan juegos de luz más bonitos.
La fotografía nocturna quizá sea una de las disciplinas fotográficas más espectaculares; aquella realizada desde después de ponerse el sol, hasta antes de amanecer. Debido a la poca luz que tenemos, debemos exponer durante un tiempo mayor, es decir, larga exposición.
En esta disciplina, debemos entender los 3 elementos que afectan a la exposición de tus fotos: la apertura del diafragma (limita el rayo de luz que penetra en la cámara), tiempo de exposición (el obturador es una cortinilla que se abre en el momento de disparar) e ISO (ISO no es más que la sensibilidad del sensor a la hora de captar la luz) y la relación entre los 3 valores.
Si entiendes y controlas estos tres elementos podrás tener la mejor configuración para hacer tus fotos nocturnas, ¡sal a practicar!
Ya sabes, ¡No Es Magia, Es Energía!
Prueba a salir a hacer tus fotografías una noche. Verás que combinando y modificando estos tres parámetros (apertura, tiempo de exposición y sensibilidad) obtendrás distintos resultados.
Puedes salir a fotografiar elementos de la naturaleza o de tu ciudad. O quizá llevar compañía y que haga las veces de modelo. Intenta localizar luces para plasmar en el contraste y después comparar resultados.
Puedes utilizar la linterna de tu móvil para iluminar y así crear tus contrastes. También puedes optar por un proyector, como proponía Sr Zeta en su experimento.
En caso de que lo que quieras es fotografiar el cielo nocturno, te damos los siguientes consejos:
Elige un lugar alejado de la ciudad, libre de contaminación lumínica.
Pasa tu cámara a modo manual, apaga el estabilizador de imagen, selecciona formato RAW y utiliza un disparador remoto si tienes (programa un retardo de 3 segundos). Fija una alta sensibilidad (prueba entre 2.000 y 4.000 ISO), una apertura amplia (puedes alternan entre f/2 o f/3,5) y una velocidad de obturación de unos 20 segundos aproximadamente.
Ahora sólo queda que fijes bien tu cámara en un punto con el encuadre que desees. Puedes elegir un cielo estrellado o combinar parte del cielo con un paisaje.
Sólo haz click y comprueba el resultado. Puedes jugar con los tres parámetros que te hemos mencionado para ver los distintos resultados. En este caso, la ciencia se pone a disposición de tu talento para conseguir las imágenes más espectaculares de la naturaleza. No es magia, es energía.
Muéstranos tus mejores fotos y sigue nuestro perfil de Instagram, donde vas a encontrar más experimentos de No Es Magia, Es Energía. ¡Te esperamos!
*Las fotos utilizadas han sido cedidas por su autor: Marcos Alberca.