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Las gasolineras del futuro, conectadas a los vehículos ecológicos del mañana
Los vehículos eléctricos, híbridos, coches propulsados por biocombustibles y autónomos están irrumpiendo de forma acelerada en el sector de los carburantes, un negocio en pleno proceso de transformación por el auge de las apps y la economía colaborativa.
Los vehículos eléctricos, híbridos, coches propulsados por biocombustibles y autónomos están irrumpiendo de forma acelerada en el sector de los carburantes, un negocio en pleno proceso de transformación por el auge de las apps y la economía colaborativa. En la próxima década, las estaciones de servicio tendrán que responder a las nuevas necesidades de los vehículos ecológicos y, en este contexto, las gasolineras acometerán profundos cambios con base tecnológica y digital que les permitirán, entre otras muchas posibilidades, conectar y ‘hablar’ directamente con el propio automóvil, además de con conductores y consumidores.
La gasolinera del futuro, a la vuelta de la esquina
Este es el escenario que prevé la sección ‘The gas station’s digital future is around the corner’ de la tercera edición del informe Energy Journal, elaborado por Oliver Wyman, en el que la consultora estratégica analiza los retos y oportunidades del sector energético.
El estudio identifica distintos procesos disruptivos que están modificando la relación gasolinera-cliente-automóvil y que sentarán las bases de un nuevo modelo de negocio de las estaciones de servicio que deben empezar ya a adaptarse a esta nueva realidad y reflejar la diversa tipología de sus clientes y vehículos.
La creciente popularidad de vehículos híbridos y eléctricos promoverá que las gasolineras dispongan de estaciones de carga, como ya ocurre en algunos países de Europa, y se preparen para atender la creciente demanda de gas natural comprimido y licuado.
Pero los cambios pueden ir más allá de los servicios que ofrece una gasolinera, impactando también en la forma en que se utilizarán las estaciones de servicio. La consultora estima que en 2035 la hora punta de actividad de estas instalaciones será de madrugada, cuando los vehículos autónomos acudan a repostar para estar preparados para los trayectos previstos por los conductores al día siguiente.
Asimismo, a medida que los servicios de car-sharing se expandan, las estaciones de servicio también contratarán con más compradores para flotas. En lugar de proporcionar sus servicios a conductores individuales, las redes de gasolineras podrán mantener contratos de largo plazo con este tipo de compañías. Asimismo, los fabricantes de coches autónomos también podrán decidir desarrollar programas de repostaje a largo plazo para sus compradores.
Conectividad, nuevos servicios y la conversión a centros logísticos
El informe estima que en 2022 los coches estarán equipados con la suficiente conectividad a Internet para que puedan recomendar a sus conductores dónde repostar, así como para efectuar el pago directamente. En el Reino Unido, por ejemplo, compañías como Jaguar y Shell ya están experimentando con capacidades avanzadas de interacción entre estaciones y vehículos. Un caso práctico de los beneficios del Internet de las Cosas.
En este contexto, durante los próximos años las gasolineras tendrán que replantear la oferta de servicios para poder ser rentables. Entre otros aspectos, el informe prevé la creación de un ecosistema en el que el conductor pasará a un segundo plano, mientras que gasolineras y automóviles se comunicarán entre sí para seleccionar el combustible preferido del conductor, repostar sin que este se involucre en el proceso y gestionar el pago vía apps, integradas en los respectivos sistemas.
El informe adelanta a su vez que las estaciones de servicio se convertirán en grandes centros logísticos de gestión de pedidos online. Un concepto de tienda de conveniencia que se expande con la economía colaborativa, en la que se podrá repostar combustible o cargar el coche de forma más sofisticada y, además, recoger pedidos que han sido entregados en la estación por un dron.