
Verlo siempre en Español
Verlo siempre en Español
Existen variadas aproximaciones sobre el término Economía Social, ya que a nivel país/región se entiende un concepto diferente.
Pero la idea de la Economía Social no es reciente. Nació en el siglo XIX, donde distintos pensadores, políticos e intelectuales relacionan Economía Social con los diversos problemas y sufrimientos sociales que aparecen con el inicio de la industrialización de la Europa del siglo diecinueve.
Para profundizar el concepto, su historia y evolución, podemos leer el interesante estudio realizado por Antonia Ferrer (Universitat Politècnica de Valencia) “La Economía Social en la Sociedad de la Información”.
Por ejemplo, existe gran diferencia conceptual entre Reino Unido y España. Como señala Antonia Ferrer, “En aquel país, el término de Economía Social, está relacionado con la provisión de bienes y servicios a grupos sociales particulares. Si realizamos la equivalencia de su concepto en nuestro país, sería semejante al de las «organizaciones de voluntariado» dedicadas a la organización de campañas y actuaciones de carácter benéfico [1], son las organizaciones non profit o sin ánimo de lucro. En Italia, Francia, Bélgica y España, el concepto se relaciona más con las cooperativas y mutuas.”
En resumen, centrándonos en el entorno de Europa, tal y como señala la Comisión Europea, se trata de
"Organizaciones en las que aparecen reflejados los términos de solidaridad y participación, donde la forma jurídica habitual adoptada es la de cooperativa, mutua, asociación o fundación. todas ellas contienen un marcado carácter social."
Sabemos que en las empresas, las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) han transformado su gestión y revolucionado la manera de hacer negocios y de relacionarnos con los stakeholders. En paralelo, emerge así un nuevo mundo también para las organizaciones sociales y miembros del “ecosistema social”.
Sí. Es un cambio radical. Porque las TIC nos relacionan. Porque nos pueden ayudar a trabajar de forma más social, innovar en red y construir una sociedad más justa.
Las tecnologías convergen, suman, evidentemente, nos transforman. Nos ayudan a ser más sociales y solidarios. Con las herramientas TIC en constante evolución, la economía social está viviendo una rápida trasformación digital.
Porque la Información y el Conocimiento ayudan a construir un mundo más justo.
En Portugal, Apps for Good cuenta con el apoyo y coordinación de CDI, una ONG para difundir la metodología de enseñanza digital. Pensando sobre todo para grupos sociales con problemas de inclusión social.
Su lema: “Creemos que la tecnología puede crear más igualdad y ser una fuerza colosal para el bien, para transformar vidas y cualquier comunidad en todo el mundo”.
Apps for Good es un movimiento tecnológico educativo dirigido a los jóvenes, mediante acuerdos con organizaciones educativas y sociales (fundaciones, escuelas, centros de juventud…). Profesores y alumnos –entre los 10 y los 18 años– trabajan en equipo para responder a las cuestiones relevantes de su día a día, creando apps para smartphones o tablets. Contribuye así para promover la responsabilidad social desde la juventud, alterando los modelos educativos actuales, aumentando la motivación del alumno hacia el colegio, creando competencias en TIC y combatiendo el abandono escolar. En su primera edición 2015 en Portugal, se desarrollaron 56 aplicaciones, participaron 300 alumnos y 16 escuelas.
La Academia de Código es un innovador proyecto social nacido de una startup lisboeta.
El objetivo de esta startup es social, ambicioso y divertido: “ayudar a Portugal a surfear el tsunami digital”. La aventura se inicia en 2015, cuando la Academia de Código se destinaba a formar en programación a jóvenes licenciados desempleados, impartiendo formación gratuita y con becas en empresas garantizadas. La formación, denominada Coding Bootcamp, dura 14 semanas, y se realiza en la incubadora de empresas Startup Lisboa.
La financiación provenía del presupuesto participativo del Ayuntamiento de Lisboa. Actualmente, también enseñan programación a niños entre 6 a 10 años en escuelas públicas y privadas.
El lema de la startup: “No Money, No Problem: Get the job first, pay later”.
No hay duda. Las TIC potencian un rápido crecimiento, movilizan y generan gran impacto, también en el ámbito social. Los negocios, la solidaridad y el altruismo son pues compatibles, beneficiando de forma equilibrada a un amplio abanico de stakeholders.
Cada día oímos y empleamos más el término “revolución tecnológica”. Porque también, con otro enfoque digital, hablamos de la tecnología que por ejemplo está trasformando el modelo energético. Otros ejemplos: la movilidad eléctrica, las redes y las ciudades inteligentes. Vivimos en un entorno de cambios. Transformamos nuestras vidas.
Me pregunto si sabemos captar esta sensibilidad, en el interior de nuestras empresas y organizaciones, para interactuar con nuestros stakeholders (y no solo los clientes actuales) y saber darles respuestas cercanas y ciertas. Difícil pero siempre necesario. Además, deben ser preferentemente respuestas simples sin complejidad desnecesaria.
Es un reto difícil y necesario. Tenemos que cuestionarnos si hemos interiorizado de verdad nuestra estrategia digital. Con recursos internos y externos, con cambio cultural (sabemos que este último es lo más difícil). Hablo de la cada vez más famosa Digital Transformation. Es disruptor. Transversal. Nos afecta a todos.
Quería finalizar con el trasfondo más social de la revolución digital. No tengo dudas: La fractura socioeconómica de las regiones más desiguales, la brecha social de nuestras ciudades, de nuestros entornos, puede ser eliminada con la ayuda de la trasformación digital, siempre que garanticemos su bondad y la inteligente utilización.