
Verlo siempre en Español
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Tres millones de drones. Esa era la cifra en torno a la que se movía la consultora Gartner en sus previsiones de ventas para este 2017. En esta cantidad se incluyen tanto drones personales como comerciales, pero no se queda ahí: los ingresos pasarían de los 6.000 millones de dólares en 2017 a los 11.200 que se ganarían en 2020. Es un sector que sigue en pleno auge.
En este blog hablamos de innovación y movilidad eléctrica y, de hecho, ya te contamos diferentes usos que tienen los drones en el mundo de la energía y de la smart city. Pero, ¿sabías que los drones pueden utilizarse para ayudar a reducir los daños de eventos meteorológicos e incluso salvar vidas?
No todo es filmación de películas, eventos, publicidad y fotografía. Los drones se han incorporado a todo tipo de oficios para facilitar tareas que antes suponían tiempo y, en el peor de los casos, riesgos físicos. Desde el rescate de personas desaparecidas a la monitorización de accidentes en la carretera, ¿conoces todos los usos de los drones?
Grandes superficies como bosques, montañas o incluso mares pueden ser difíciles de recorrer con rapidez en operativos de rescate y vigilancia, factor fundamental en la búsqueda de personas desaparecidas. Los drones son, en este tipo de tareas, una herramienta clave que además resulta más económica que otros vehículos aéreos como los helicópteros.
El acceso a zonas en las que acaba de suceder un desastre natural puede ser un proceso lento que complique la llegada de ayuda. Un primer control de la zona para analizar la situación y el envío de medicinas, bancos de sangre y comida son tareas que un dron puede completar con mayor facilidad.
Las cámaras de tráfico son muy útiles para conocer la situación en determinados puntos de la carretera, pero los drones pueden ayudar también en esta función monitorizando el tráfico de forma móvil para descubrir posibles accidentes e infracciones y poder actuar con rapidez.
Son herramientas perfectas para actuar en situaciones de emergencia, pero también para evitarlas o, al menos, reducir los posibles daños. Mediante estos dispositivos podemos predecir la ruta que un huracán va a tomar, analizar el interior de un volcán para conocer su estado y su posible erupción próxima e, incluso, la detección y prevención de incendios forestales.
Con los drones se simplifica el proceso de la cartografía. Pueden volar a bajas velocidades, esquivar obstáculos y acercarse al suelo obteniendo mapas 3D de un terreno rápidamente y reduciendo la cantidad necesaria de equipo técnico y humano. Además, el precio también se reduce si se compara con las alternativas más tradicionales.
Además de analizar terrenos para crear mapas, se pueden monitorizar animales para conocer su estado y preservar especies protegidas. Otro uso interesante es el que se hace en playas como las de California, en la que se utilizan para conocer la ubicación de posibles tiburones que pueden poner en peligro la vida de los ciudadanos. Pero no solo eso, también se pueden conocer los patrones de comportamiento de la mayoría de animales para investigaciones.
Si utilizamos los drones para enviar productos a zonas de difícil acceso, ¿por qué no aprovecharlos para el envío de productos a domicilio? Compañías como Domino’s Pizza y FedEx llevan años estudiando y probando su uso para reducir costes.
La subida de ventas de drones, tanto para uso personal como para empresas, está generando un aumento en la investigación que ayuda a seguir mejorando un sector en pleno desarrollo. No solo organizaciones estatales, las empresas también mejoran el uso y la regulación de estos dispositivos: como el caso de Amazon y los drones que se destruyen cuando pierden el control para evitar hackeos. ¿Qué más podrán hacer estos dispositivos por nosotros?