
Verlo siempre en Español
Verlo siempre en Español
Dentro del ámbito de la economía colaborativa, existe un tipo de financiación colectiva conocida como crowdfunding o micromecenazgo, que la Wikipedia define como:
"Un fenómeno de desintermediación financiera por la cual se ponen en contacto promotores de proyectos que demandan fondos mediante la emisión de valores y participaciones sociales o mediante la solicitud de préstamos, con inversores u ofertantes de fondos que buscan en la inversión un rendimiento."
Es decir, se trata de buscar cómo sufragar los gastos de un proyecto mediante el apoyo de pequeños inversores, cuyas aportaciones servirán para alcanzar la cantidad necesaria para llevarlo a cabo, sin tener que utilizar los canales tradicionales de financiación.
Si hablamos de economía colaborativa, tenemos que hablar del crowdfunding: evolución y futuro de la financiación colectiva. Existen diversos modelos de crowdfunding, dependiendo del tipo de inversión, de la naturaleza de los inversores y de otros factores. Uno de ellos es el de donaciones, en el que los mecenas no reciben nada a cambio de su desembolso económico. Es un modelo que se utiliza habitualmente en proyectos de carácter social, o relacionados con el cuidado del medio ambiente.
El auge del crowdfunding durante la última década es incontestable. Así lo afirman muchos expertos en sus citas sobre innovación. Cada vez más proyectos de diversos campos buscan financiación de esta manera: ciencia, arte, literatura, software, tecnología… Si la iniciativa es interesante, es posible encontrar la inversión necesaria para sacarla adelante; y los proyectos relacionados con la sostenibilidad merecen toda la atención de los inversores. De hecho, muchas iniciativas que han dado lugar a los mejores usos de la realidad aumentada se han creado así.
Según los datos que recoge cada año la empresa Massolution en su estudio Crowdfunding Industry Report, las causas sociales son las más financiadas a través de crowdfunding. Solo en España contamos con diversas plataformas de micromecenazgo volcadas en iniciativas de esta índole. Os presentamos algunos ejemplos exitosos:
Entre las ventajas con las que cuenta este tipo de financiación podemos destacar la motivación y el compromiso que se crea entre el inversor y el proyecto, la transparencia en la información o la disminución de costes en gastos como papeleos o intermediarios. Gracias a tantos beneficios, es lógico que cada vez más desafíos sociales o ecológicos se afronten desde la seguridad de los micromecenazgos.
Tras el terremoto que asoló diversos lugares de Nepal en abril de 2015, varias organizaciones no gubernamentales trabajan arduamente sobre el terreno para reducir los efectos del desastre natural, y para paliar la efervescencia de los miles de nepalíes afectados por este. Para ello, las ONGs desempeñan diversas labores de carácter social: reconstrucción de edificios dañados, educación de colectivos marginales, etc.
Dos de ellas, Amics del Nepal, que administra un proyecto de gestión de residuos, y Petit Món, cuyos responsables dirigen el orfanato Sano Sansar en Katmandú, la capital del país, han sido las elegidas para abanderar el proyecto Desafío Asia Emisiones Cero.
Al frente de esta iniciativa se encuentra Alicia Somosa, periodista, viajera y bloguera, que está realizando un viaje solidario de más de 7.000 kilómetros por Asia con el objetivo de dar visibilidad a las actividades de estas dos ONGs españolas, con la intención de conseguir financiación para su crecimiento por medio de un crowdfunding.
Alicia partió de Madrid el pasado 19 de marzo y, tras aterrizar en Bombay, una de las ciudades más importantes de la India, ha dado comienzo a su aventura. Durante tres meses recorre diversas regiones del continente asiático en moto, tren y barco, completamente sola, y realiza reportajes sobre gestión de residuos y construcción y cultivos sostenibles (como los que se gestionan en algunas fincas ecosostenibles, que cuentan con plantaciones de té, café o pimienta). Su ruta incluirá zonas como Goa, Chennai o Calcuta. El viaje concluirá en Nepal, concretamente en Katmandú, sede de ambas ONGs.