Verlo siempre en Español
Las ciudades españolas, consumidoras del 40% de la energía final, son responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero de nuestro país, según los datos del informe elaborado por Deloitte Ciudades energéticamente sostenibles: la transición energética urbana a 2030.
Esto ha provocado la concentración de partículas contaminantes llegando a sobrepasar los límites legales en varias ocasiones en algunas ciudades españolas, como en Madrid o Barcelona, con el consiguiente riesgo para la salud de sus habitantes.
¿Qué medidas están desarrollando las ciudades españolas?
Conscientes de los altos niveles de consumo y emisión de los que son responsables, las ciudades se han comprometido a ambiciosos objetivos de mejora de su sostenibilidad energética. A través de la firma del Pacto de los Alcaldes para el Clima y la Energía, los municipios involucrados se comprometen a actuar para reducir las emisiones de CO2 al menos un 40% en 2030. Sin embargo, los datos demuestran que la evolución tendencial no será suficiente para alcanzar este compromiso, obligando a los municipios a desarrollar actuaciones de sostenibilidad energética urbana en el muy corto plazo, especialmente en el sector del transporte.
A nivel nacional, se ha publicado en febrero de 2019 la Agenda urbana española, que plantea la estrategia a seguir en las políticas de desarrollo urbano sostenible. Esta estrategia de desarrollo urbano se compone de 30 objetivos específicos y 291 líneas de actuación, poniéndolas a disposición de los municipios para que puedan elaborar sus propios planes de acción.
“Las ciudades españolas se han comprometido a ambiciosos objetivos de mejora de su sostenibilidad, con varias de ellas destacando como ejemplos por sus medidas de eficiencia energética”
Las mejores prácticas municipales en España
A nivel local, las ciudades españolas ya han desarrollado varias iniciativas de sostenibilidad energética urbana. Algunas de las más representativas, ejemplo para futuras actuaciones, son:
- Madrid elabora periódicamente un inventario de consumo de energía y de emisiones, elaborado a partir de las directrices de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Este inventario sirve de base para realizar análisis de detalle de actuaciones a implementar en la ciudad, y evaluar la eficacia de las medidas ya desarrolladas.
- En Barcelona es reseñable el rol ejemplarizante de la Administración Municipal a través del transporte público: de los cerca de 1.100 autobuses de los que dispone, cuenta con 400 de gas natural y 200 híbridos, así como con una línea de autobuses eléctricos en fase de implantación, con más de 10 vehículos de este tipo.
- En Zaragoza se están llevando a cabo relevantes esfuerzos en el sector de la edificación por parte del Ayuntamiento. Se han destinado ayudas a la rehabilitación con criterios de sostenibilidad energética a más de 3.500 edificios y se han construido 10.000 viviendas con criterios bioclimáticos en la eco-ciudad de Valdespartera, consiguiendo un ahorro en el consumo de estos edificios de hasta un 90%.
Vitoria, por su parte, destaca especialmente por su impulso del transporte no motorizado, que ha pasado de suponer un 52% de los trayectos en 2006 al 65% en 2016. Esto se debe, entre otros factores, al Plan de Movilidad Sostenible desarrollado por el Ayuntamiento y dotado de 60 millones de euros de inversión, con actuaciones como restricciones a la circulación de vehículos por el centro, construcción de aparcamientos a la entrada de la ciudad o creación de carriles bici.
A su vez, Sevilla ha impulsado el uso de la bicicleta, siendo la ciudad que más destaca en el uso de este medio de transporte. Para ello, ha llevado a cabo medidas como el incremento del número de plazas de aparcamiento de bicicleta en un 10% y la activación de un plan estratégico para 2020.
Por último, en Málaga es destacable el fomento de la movilidad sostenible. El proyecto Zem2All desplegó 200 vehículos eléctricos y 240 puntos de carga y, tras 4 años en funcionamiento, se han recorrido 5 millones de kilómetros evitando la emisión de más de 330 toneladas de dióxido de carbono, el consumo equivalente a 50 hogares en un año.
“La mejora del alumbrado público, la sustitución de vehículos de flota municipal y el fomento del autoconsumo en edificios municipales son algunas de las actuaciones principales de los municipios para lograr un consumo responsable”
¿Cómo se puede incrementar la eficiencia del consumo municipal de energía?
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y de elementos contaminantes debe ser una prioridad para las Administraciones Públicas.
En los consumos responsabilidad de cada municipio se han identificado como actuaciones principales la mejora del alumbrado público, mediante la renovación de equipos y sistemas de control inteligente de la iluminación, la sustitución de vehículos de flota municipal por otros más sostenibles, como vehículos cero emisiones, y el fomento del autoconsumo en edificios municipales.
Pero el papel de las Administraciones no puede circunscribirse a optimizar sus consumos, ya que este representa un porcentaje muy reducido del total de una ciudad. Para conseguir el reto planteado por el Pacto de los Alcaldes es necesario que los ayuntamientos establezcan objetivos y modelos de gobernanza de sostenibilidad en sus políticas y que se conviertan en ejemplos de eficiencia energética mediante el impulso de actuaciones de sostenibilidad energética urbana que movilicen al resto de agentes de la ciudad.