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Los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) nos competen a todos: administraciones públicas, empresas, organizaciones no gubernamentales y sociedad en general. Por ello, es importante que todos los ciudadanos conozcan estas siglas, y no solo eso, también que se comprometan con ellas. ¿No las conoces? No te preocupes, aún estás a tiempo. Aunque tenemos que acelerar si queremos cumplir con el acuerdo.
Los líderes mundiales de la Organización de las Naciones Unidas redactaron en 2015 un conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible. Cada uno de esos 17 objetivos tiene unas metas concretas que todos los países deben alcanzar en 2030:
Acciones tan sencillas como apagar las luces, darse una ducha en vez de un baño, desconectar los electrodomésticos cuando no los utilizamos, reciclar en el hogar o consumir de forma responsable suponen pasos importantes para alcanzar este compromiso. En la guía de los vagos para salvar el mundo, se recogen consejos que cada individuo puede poner en práctica, incluso desde el sofá. La finalidad de esta publicación es demostrar que las personas de a pie pueden influir en el cambio mundial.
¿Cómo está contribuyendo cada país a los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
La Fundación Bertelsmann y Sustainable Development Solutions Network (SDSN) publicaron en el mes de julio el ránking de cumplimiento de los ODS, que elaboran anualmente. En él se recoge el análisis de los 17 objetivos, sus 169 metas y sus 230 indicadores, que definen cómo ponerlos en práctica. España se encuentra en el puesto 25, por delante de Estados Unidos, que ocupa la posición 35 de 156 países analizados. La ONU tiene 193 países miembro pero la clasificación no recoge datos de determinados países como Somalia o islas como Bahamas, Seychelles o Maldivas.
Suecia, Dinamarca y Finlandia son los países que encabezan esta clasificación. Suecia y Finlandia ya han conseguido objetivos como la energía asequible y no contaminante o la erradicación de la pobreza, sin embargo, suspenden en el consumo responsable y en acción por el clima. En el caso de Dinamarca, aprueba en reducción de las desigualdades y el fin de la pobreza, pero recibe las peores puntuaciones en producción y consumo responsable, así como en el objetivo relativo a la vida submarina.
Francia y Alemania se encuentran entre los diez primeros, en concreto, en cuarto y quinto puesto. Por su parte, Reino Unido aparece en el decimocuarto puesto, Italia en el veintinueve y Portugal en el treinta y uno. Los últimos puestos son para países ubicados en el centro de África: República Democrática del Congo, Chad y la República Centroafricana.
El estudio muestra el cumplimiento de los objetivos por parte de cada país utilizando los colores como indicador: verde, amarillo, naranja y rojo; según se encuentren en mejor o peor estado. También existen casos de países de los que no se tienen datos, estos se representan en color gris. Además, se incluye un apartado de tendencias que tienen como objetivo medir los progresos de cada estado en el logro de un determinado objetivo.
¿En qué Objetivos de Desarrollo Sostenible tiene que acelerar España?
A pesar de ocupar el puesto 25, nuestro país no aprueba en ninguno de los ODS, es decir, ninguno está representado en color verde. Por otro lado, los objetivos en los que obtenemos peor clasificación están relacionados con el medio ambiente: consumo y producción responsable, acción por el clima y vida submarina. También registramos un indicador rojo en industria, innovación e infraestructuras.
En cuanto a las tendencias, el estudio recoge un retroceso en aspectos como la reducción de las desigualdades y las alianzas para lograr los ODS. Sin embargo, España registra mejores indicadores en el objetivo que se refiere al agua limpia y saneamiento, en concreto, registra porcentajes del 98% en el uso seguro que la población hace del agua y los servicios de saneamiento. También se recoge avances en indicadores como salud, igualdad de género o energía asequible y no contaminante. En relación con la igualdad, nuestro país registra un 82 de puntuación en lo que se refiere a la incorporación de la mujer al mercado laboral. Sin embargo, la brecha salarial sigue siendo un problema relevante en el que tenemos que progresar. En lo relativo a las energías limpias, España obtiene una puntuación de 100 en el acceso de la población a la electricidad y los combustibles limpios, aunque el reto está en la reducción de las emisiones CO2.
Según Belén Viloria, experta en Innovación Social y Cultural y organizadora de TedxValladolid, España tiene que “acelerar” sus acciones para lograr los objetivos en 2030. Para ello, apunta a la educación como clave para generar esa transformación. Por su parte, el gobierno español ha puesto en marcha este año las siguientes medidas en relación con los ODS:
- Estrategia de lucha contra la pobreza y la exclusión social
- Plan estratégico de igualdad de oportunidades hombres/mujeres
- Estrategia española de la economía circular
- Ley de cambio climático y transición energética
- Plan de cooperación española
¿Qué papel juegan las empresas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
Las compañías son uno de los actores sociales más relevantes y determinantes a la hora de conseguir estos objetivos. Si bien ambos conceptos están relacionados, no se puede confundir la Responsabilidad Social Corporativa con los Objetivos de Desarrollo Sostenible puesto que las acciones emprendidas por las empresas no deben ser solo de carácter social.
Gobernanza y transparencia son los pilares que orientan las acciones para lograr los ODS. Las alianzas con otras entidades mediante la aprobación de proyectos también son importantes, de hecho, están conectados con el último de los objetivos. El departamento de Recursos Humanos tiene un papel destacado por su influencia en las medidas relacionadas directamente con el personal de la compañía. Medidas como la equidad, la presencia de mujeres en cargos de responsabilidad o el respeto a los derechos humanos, influyen en el cumplimiento de los ODS.
En cuanto a las acciones que implican la protección del medio ambiente, hay que tener en cuenta políticas relacionadas con el consumo de agua, el fomento del uso de energías renovables, la gestión de los residuos de forma responsable o la contribución para reducir las emisiones conforme al reto de la descarbonización. Por último, en lo relativo al ámbito económico es necesario impulsar la digitalización e innovación para reducir costes, implementar nuevos modelos de negocio y, en definitiva, mejorar la eficiencia. Aquí cobra especial relevancia el concepto de economía circular. Este nuevo modelo productivo tiene tres principios estrechamente relacionados con las metas de los ODS: preservar y mejorar el capital natural, optimizar el rendimiento de los recursos y mejorar la eficacia del sistema.