Una transición energética justa y sostenible

La transición energética consta de dos elementos básicos: el desarrollo de energías renovables, junto a la hibridación tecnológica, y la descarbonización. Ambos procesos van de la mano.

El Grupo Enel está liderando el camino de la transición energética siguiendo los principios recogidos en la agenda 2030 de la ONU y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En este contexto, el ODS más importante es el número 13: Acción climática. 

En lo que respecta a la acción climática, destacamos dos elementos clave: la eliminación de los combustibles fósiles y la introducción de fuentes de energía renovables. En cuanto al último punto, somos el primer grupo privado del mundo con 45 GW actuales de capacidad renovable instalada consolidada y con la previsión de alcanzar los 60 GW en 2027. Si sumamos la capacidad administrada, las cifras son aún más impresionantes: 49 GW a día de hoy y 68 GW en 2023.

El principal objetivo de las fuentes de energía renovable es reemplazar a los combustibles fósiles, que son la principal causa del cambio climático. Por eso, estamos cerrando todas nuestras plantas de carbón. Inicialmente, el objetivo era poder completar este proceso en el año 2030, pero finalmente esta fecha se ha adelantado para 2027. Las antiguas plantas no se van a desperdiciar: se van a convertir en centros de energía con fuentes renovables y baterías para el almacenamiento de energía. En algunos casos, está siendo usado el gas natural como una solución temporal en la transición energética.

Al transformar las viejas centrales, también nos guiamos por los principios de la economía circular. Es la idea de que nada debe desperdiciarse, ya que puede ser reutilizado y reciclado. Estos son los principios que estamos aplicando actualmente en nuestras centrales en Chile, Italia y España, pero el plan es hacerlos extensibles a los otros países en los que operamos.

En todas nuestras actividades tenemos en cuenta la sostenibilidad social y medioambiental. Involucramos estrechamente a las comunidades locales en el proceso de toma de decisiones. Todos nuestros proyectos están diseñados para crear valor compartido, tanto en términos de desarrollo socioeconómico, como de biodiversidad en los territorios que nos acogen.

Esto se debe a que creemos firmemente que la transición energética debe ser justa, sostenible e inclusiva.