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En As Pontes (A Coruña) hay un paraíso natural. Se trata del lago artificial más grande de España, que tiene un origen muy curioso que nos habla del poder transformador del ser humano.
En 2008 se cerró la mina de carbón que alimentaba la central térmica de As Pontes. Desde ese momento, se inició una labor de rehabilitación del entorno que incluía convertir el hueco de la mina, de más de 300 metros de profundidad, en un lago rodeado por un ecosistema completamente recuperado.
Hoy, el lago de As Pontes es una reserva biológica que, además, está atrayendo turismo asociado a la naturaleza y los deportes acuáticos.
Junto a la enorme extensión de agua se puede recorrer un paraje natural de gran riqueza biológica que ocupa el espacio de la antigua escombrera de la mina.
Siguiendo el curso del río Eume, la protección del entorno natural se extiende a los bancos marisqueros. Allí, la Universidad de Santiago de Compostela investiga el estado de los bancos para encontrar las causas del descenso de las capturas.
Además de los proyectos medioambientales, hay una intensa actividad para recuperar la actividad industrial en la zona, con actividades en torno a la economía verde y la creación de nuevos parques de energía renovable.
Descubrimos este nuevo paisaje de la mano de los protagonistas que hacen posible esta transformación.