
Verlo siempre en Español
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Entre las metodologías creativas que más peso están ganando últimamente en las empresas, a la hora de diseñar proyectos y estrategias para alcanzar más y mejor al mayor número de clientes posible, habría que destacar, sin duda, el Design Thinking.
Esta herramienta, que viene a significar “piensa como un diseñador”, se basa precisamente en eso: en abordar los obstáculos que nos encontramos al gestionar un negocio o una compañía de la misma manera que lo haría un diseñador frente a cualquier problema relacionado con su profesión. Lo cual siempre incluye un alto grado de creatividad.
Son varias las ventajas que ya se han contemplado durante la utilización de este método disruptivo: ahorro económico a la hora de desarrollar proyectos, minimización de riesgos, fomentación de la imaginación y la innovación entre los empleados de las empresas que lo usan y, la más importante de todas, su acierto a la hora de cubrir las necesidades de los usuarios de una manera muy precisa. Porque, sin duda, esa es la clave del Design Thinking: mejorar la vida de las personas.
Los pasos que hay que llevar a cabo para poner en práctica el Design Thinking están claros y bien definidos, lo cual facilita su aplicación. Son cinco:
La primera persona que introdujo el concepto de design thinking fue el economista y politólogo estadounidense Herbert Alexander Simon (que llegó a ganar un premio Nobel) en su libro Las ciencias de lo artificial, publicado en 1969. Sin embargo, es Tim Brown, CEO de la consultora IDEO, quien está considerado el padre moderno del Design Thinking.
"Los equipos creativos deben tener la posibilidad de compartir sus ideas no solo a través de las palabras, sino también visual y físicamente." – Tim Brown
A continuación os ofrecemos su interesante charla TED sobre el tema.
El pasado 15 de diciembre celebramos en el Open Power Space, el innovador espacio colaborativo con el que contamos en nuestra sede social en Madrid, un taller sobre la metodología del Design Thinking, impartido por un experto en la materia, Julián Gómez (autor de libros tan interesantes como “El juego de tronos de los proyectos”). El objetivo: fomentar la colaboración y el uso de las nuevas metodologías en el día a día de los empleados.
Mediante la supervisión y la guía de Julián, aquellos pudieron trabajar en diferentes ideas usando técnicas y dinámicas relacionadas con el Design Thinking. Una herramienta que, para el propio Julián, trata sobre todo de
"Conocer al máximo al usuario y desarrollar algo que le aporte valor."
Para ello, y siguiendo con las palabras de Julián, “se aplican técnicas de diseño que fomenten la creación de ideas y validar esas ideas a través de prototipos y de pruebas”.
Este tipo de iniciativas forman parte de un objetivo mucho mayor: extender por toda la compañía la necesidad de volcarnos en la innovación abierta a la hora de enfrentarnos a los retos energéticos del presente -y del futuro-. Solo mediante el trabajo colaborativo, la compartición de ideas y muchas dosis de ingenio y creatividad podremos resolverlos.