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Hace unas semanas os hablábamos sobre cinco de los diez mejores innovadores españoles de 2015, elegidos por la publicación MIT Technology Review. En esta segunda entrega os contaremos los proyectos de los cinco restantes.
Hace unas semanas os hablábamos en el blog sobre cinco de los diez mejores innovadores españoles de 2015, elegidos por la publicación MIT Technology Review. En esta segunda entrega os contaremos los proyectos de los cinco restantes: Roberto Gómez, Miguel Luengo, Daniel Pardo, Miriam Reyes y José Luis Rubio.
Este joven murciano de tan solo 23 años es el creador de Inevio, una plataforma que permite a un usuario el acceso a sus programas y archivos más utilizados desde cualquier aparato y en cualquier lugar. O lo que es lo mismo, se trata de tener un escritorio virtual que nunca varíe independientemente de si estamos usando nuestro smartphone, nuestra tableta o nuestro ordenador portátil. Inevio solo necesita un dispositivo conectado a Internet y equipado con HTML5 para funcionar, sin importar el sistema operativo que utilice.
Este ingeniero asturiano de 34 años es el responsable de MalariaSpot, un interesante proyecto que, mediante el uso de la gamificación, ayuda a diagnosticar la malaria. Tras ser consciente del tiempo que invertía mucha gente en jugar a videojuegos, Luengo desarrolló uno que pudiera resultar de gran utilidad para combatir esta enfermedad -causada por parásitos, y que golpea con fuerza cada año varios lugares del planeta, especialmente el continente africano-. En el mundo no hay suficientes especialistas que puedan diagnosticar tantos casos de malaria (se dan más de 200 millones al año), y es ahí donde actúa con eficacia MalariaSpot. Simplemente hay que fotografiar con un smartphone una gota de sangre vista al microscopio y enviarla a la red de jugadores, los cuales deben competir entre ellos para detectar cuanto antes la presencia de parásitos en la foto. Según Luengo,
"20 personas jugando a Malariaspot pueden diagnosticar la presencia de parásitos en sangre con la misma eficacia que un técnico."
Los primeros análisis de datos sobre la eficacia de este proyecto son muy positivos, y ya se está desarrollando la idea de fabricar un microscopio portátil que pueda acoplarse a un teléfono móvil.
Natural de Burgos, este emprendedor de 32 años es la cabeza visible de Farsens, una empresa emergente que desarrolla unos sensores inalámbricos para monitorización de datos que pueden funcionar sin baterías. El rango de alcance de estos sensores es de dos metros, y son capaces de realizar lecturas de presión, temperatura u orientación en cualquier circunstancia y sobre casi cualquier elemento. Lo más innovador de estos sensores es que se alimentan mediante su propio lector de datos al convertir las señales que este les envía -en forma de ondas de radio- en energía, y que la duración de su vida útil (entre 20 y 30 años) es mayor que la de los sensores que obtienen la energía de una fuente a alimentación interna.
Esta gaditana de 29 años es la creadora de Aprendices Visuales, una ONG que impulsa el aprendizaje de niños con autismo mediante cuentos digitales adaptados. Esta estupenda iniciativa pone a disposición de padres con hijos aquejados de este trastorno los recursos y las herramientas necesarias para que estos sean capaces de desarrollar todo su potencial. Actualmente más de 180.000 niños han participado de la experiencia que ofrecen los cuentos interactivos de Aprendices Visuales, cuyos creadores han recibido ya casi una veintena de premios por su labor social.
Nacido en Zaragoza hace 34 años, Rubio es el creador de MedLumics, una startup formada por expertos en biofotónica. La actividad de MedLumics está centrada actualmente en la aplicación de una técnica de diagnóstico médico basada en la Tomografía de Coherencia Óptica. La TCO, muy utilizada hasta la fecha en el campo de la oftalmología, permite, mediante luz infrarroja, obtener imágenes de alta resolución; además, se trata de una técnica no invasiva para el paciente. Rubio estudió a fondo esta tecnología y desarrolló un dispositivo portátil capaz de tomar imágenes de la piel con una resolución muy elevada, con el fin de reducir el número de biopsias (casi siempre innecesarias) en el diagnóstico del cáncer de piel. Para Agustín Maciá, gerente general de Nuubo,
"El proyecto de rubio supera grandes retos tecnológicos y su potencial es alto, ayudando a mejorar en un campo biomédico de diagnóstico de gran impacto."