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La vida útil de una central nuclear es un tema clave en la planificación energética. Estas plantas se diseñaron inicialmente para operar durante 40 años, pero, hoy en día, su vida útil puede extenderse de 60 hasta 80 años, y se está analizando hasta los 100 años. ¿Cuál es la razón? ¡Te lo contamos!
Gracias a los avances tecnológicos y a una gestión mejorada del envejecimiento de sus componentes, ha sido posible extender este tiempo. En Estados Unidos, la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) ya ha autorizado, de los 94 reactores en funcionamiento, a 81 a operar hasta los 60 años y a 8 a operar hasta los 80 años, Además, según los procesos de renovación de licencia bajo análisis por la NRC actualmente, en el año 2030 ascenderían a 42 las unidades que tendrían licencia de operación concedida hasta los 80 años. Adicionalmente, es destacable indicar que el sector nuclear americano está analizando la posibilidad de extender la operación de las centrales a 100 años.
Pero, ¿qué circunstancias determinan que una central nuclear pueda funcionar durante más tiempo?
Factores que determinan la vida útil de una central nuclear
Para determinar el tiempo que puede funcionar una central nuclear, hay que tener en cuenta tres criterios:
- Evaluaciones de seguridad periódicas: Comprende la evaluación de una serie de factores de seguridad con el objeto de identificar modificaciones o mejoras, que permitan mantener o aumentar la seguridad de la central.
- Cumplimiento normativo: Los organismos reguladores, como el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en España o la Comisión Reguladora Nuclear en Estados Unidos, supervisan las centrales nucleares, informando favorablemente sobre las prórrogas de su vida útil.
- Actualización y mantenimiento continuo: Aplicación de planes Integrados de Gestión del Envejecimiento sobre equipos, sistemas y componentes de las centrales.
Entonces, ¿cuándo dejan de operar las centrales nucleares? Como explica la Sociedad Nuclear Española, depende de la decisión de sus propietarios, siempre y cuando obtengan autorización de la Administración previo informe preceptivo del CSN.
Veamos cómo se traduce esta realidad en el contexto de las centrales nucleares de España.
Centrales nucleares en España: ¿Hasta cuándo pueden funcionar?
En España operan cinco centrales nucleares, que albergan siete reactores distribuidos en cinco ubicaciones: Almaraz, Ascó, Cofrentes, Trillo y Vandellós II. Estas centrales comenzaron a operar en los años 80 y todas han recibido autorización para funcionar más allá de su vida inicial de 40 años.
Esta autorización se basa, entre otros análisis, en una revisión periódica de la seguridad, la supervisión continua de la instalación y el Plan Integrado de Evaluación y Gestión del Envejecimiento. ¿El resultado? La Sociedad Nuclear Española confirma que las centrales pueden continuar de manera segura al menos 20 años más.
Además, en España la operación de las centrales no está limitada por Ley. Podrán operar siempre y cuando tengan la aprobación del organismo regulador, la autorización administrativa lo permita y los titulares de las centrales estén de acuerdo.
Eso sí, el protocolo de cierre acordado en el marco del PNIEC entre la empresa pública Enresa y las empresas eléctricas propietarias de las centrales, contempla su cese escalonado entre 2027 y 2035.
El calendario es el siguiente:
- Almaraz I: cierre en 2027
- Almaraz II: cierre en 2028
- Ascó I: cierre en 2030
- Cofrentes: cierre en 2030
- Ascó II: cierre en 2032
- Vandellós II y Trillo: cierre en 2035
Este proyecto incluye la construcción de almacenes temporales para la gestión del combustible gastado y residuos de alta actividad generados, que se mantendrán hasta que se implemente una solución de almacenamiento geológico profundo, prevista para estar lista en 2073.
Y este plazo de cierre, ¿se puede ampliar?
Aplazamiento del cierre de las centrales nucleares en España
Aunque existe un calendario de cese acordado, el debate sobre la posibilidad de extender la vida útil de las centrales está vivo. Las empresas del sector inciden en que, desde el punto de vista técnico, las centrales están preparadas para operar a largo plazo y recuerdan que la situación energética era distinta cuando se acordó el cierre.
En otros países, aplazar el cierre de las centrales ya es un hecho. El mejor ejemplo es Estados Unidos, donde de los 94 reactores en funcionamiento, 81 ya tienen concedida una autorización de explotación para 60 años y ocho ya han recibido autorización para operar hasta 80 años.
Además, la central de North Anna, referente en diseño de las centrales nucleares de Almaraz y Ascó, ha recibido en agosto de 2024 la autorización para operar 80 años (Foro Nuclear).
Hay incluso centrales que fueron desconectadas de la red para su cese permanente, como son Palisades y TMI-1 en EE UU, que han mostrado su voluntad de volver a conectarse a la red. La NRC está trabajando en adecuar la normativa para que esto sea posible.
En este paradigma, la industria nuclear española ha manifestado que, si el Gobierno decidiese revisar el PNIEC, modificando el calendario de cierre, se analizaría la continuidad de la operación de las centrales siempre que se garantice su viabilidad económica.
¿Y por qué se está revisando a nivel mundial el cese de las centrales? Por los beneficios de la energía nuclear en la transición energética.
¿Qué papel juega la energía nuclear en la transición energética?
La situación desde que se acordó el cese de la nuclear ha cambiado, sobre todo tras la crisis energética generada por la guerra en Ucrania. Esta crisis ha llevado a muchos países a replantearse el rol de la energía nuclear en la transición energética hacia un modelo de generación más sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles.
¿Y a qué se debe este cambio de paradigma? La energía nuclear tiene ventajas. No produce gases de efecto invernadero, aporta independencia y diversificación del abastecimiento energético, es una energía estable y económica.
Es más, en 2023 las centrales nucleares en España generaron más del 20% de la electricidad consumida y evitaron la emisión de 20 millones de toneladas de CO2, tal y como afirma el Foro de la Industria Nuclear Española.
Las centrales nucleares pueden operar hoy en día al menos hasta 80 años gracias a innovaciones tecnológicas y un mantenimiento riguroso. En España, aunque existe un plan de cierre, la energía nuclear sigue siendo fundamental para una transición energética sostenible, proporcionando estabilidad y reduciendo emisiones de CO₂.