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Guitarras eléctricas made in Spain
Pocos instrumentos son tan populares como la guitarra. Desde Francisco Tarrega a Paco de Lucía, Eric Clapton o Joe Satriani, la guitarra ha sido tanto vehículo de la más elevada expresión artística, como parte esencial de la diversión en las fiestas en la playa o en casa de tus vecinos. Todo el mundo ha visto una, todo el mundo conoce a alguien que tiene una (e incluso alguno que sabe tocarla), y eso, en gran medida, es culpa nuestra, de España, cuna de la guitarra española.
Desde el siglo XVII España es epicentro de la historia de la guitarra. De hecho, el calificativo de española llega en el momento en el que en Madrid, el músico y poeta Vicente Espinel, le añadió la quinta cuerda (sí, las primeras solo tenían cuatro). Aún tendría que llegar la sexta, en el siglo XVIII. Es a partir de entonces cuando la guitarra adquiere su forma actual, en gran parte, gracias a Antonio de Torres Jurado, considerado el padre de la guitarra moderna. Torres introdujo una serie de innovaciones en el diseño del instrumento orientadas a mejorar su sonido, como el aumento del tamaño del cuerpo, el uso de maderas de alta calidad y la incorporación de una estructura de refuerzo en abanico debajo de la tapa armónica. Durante el siglo XIX, la guitarra española experimentó un auge en su popularidad gracias a la labor de compositores y virtuosos de la talla de Fernando Sor o Francisco Tárrega, que crearon un extenso y sofisticado repertorio clásico para el instrumento. Paralelamente, la guitarra española también se convertía en elemento central en el flamenco, uno de nuestros principales valores culturales y patrimonio inmaterial de la humanidad desde el 16 de noviembre de 2010.
Pero, a estas alturas, algo se estaba cociendo al otro lado del Atlántico. En 1833 cuanto un luthier alemán llamado Christian Frederick Martin llegó a Estados Unidos y allí comenzó a construir guitarras con la guitarra clásica española como base. Eso sí, con algunos cambios en el diseño, como el uso de cuerdas de metal. Así nació la guitarra sajona o guitarra acústica, tal y como la conocemos hoy. Algunos años más tarde, a finales de siglo, otro de los protagonistas de nuestra historia, Orville H. Gibson, fundó la Gibson Guitar Corporation, incorporando ciertas innovaciones en el diseño de las guitarras, con tapas talladas y arqueadas, como las de un violín. A mediados del siglo XX, Gibson fue pionera en la fabricación y comercialización de las guitarras eléctricas, con el modelo Les Paul como punta de lanza. Casi al mismo tiempo, también en EEUU, Leo Fender fundó su compañía homónima y en 1954 lanzó la Stratocaster, otra guitarra icónica que se convirtió en un estándar en el mundo de la música. Acababan de nacer los dos modelos más populares de guitarras eléctricas de la historia. Tanto es así, que muchas de las marcas que llegaron detrás tienen algún modelo inspirado en uno de estos dos, junto con el de también muy popular Telecaster.
Durante muchas décadas, la hegemonía de la construcción de guitarras eléctricas quedó en Estados Unidos, pero, si volvemos al inicio de esta historia, tenemos que volver a España, donde encontraremos algunos constructores que fabrican de forma artesanal guitarras eléctricas de gran calidad. He aquí algunos ejemplos.
Mojo guitars
En esta pequeño taller de Sevilla dirigido por Fau Trujillo no hacen dos guitarras iguales. Cada modelo es único, eso sí, principalmente inspirados en los modelos de Fender Telecaster y Esquire de los años 50, con una sola pastilla. Guitarras simples, bellas y efectivas para el rock, pop y blues, según indican en su web.
Bacce Custom guitars
‘We make it possible’ es el lema del luthier Daniel Cabezas, el nombre propio detrás de este pequeño taller en la localidad Madrileña de Rivas Vaciamadrid. Según explica, su filosofía es construir instrumentos musicales excepcionales, atendiendo a los deseos de sus clientes y con una producción totalmente artesanal. Lo de excepcionales salta a la vista simplemente echando un vistazo a la originalidad de los modelos que han fabricado hasta la fecha.
Dama guitars
Para llegar al taller de Juanjo Lorente, de Dama Guitars, hay que llegar al mismo corazón de La Mancha. Este experto luthier ha conseguido que El Romeral se convierta en un lugar de peregrinación para músicos, sobre todo atraídos por una de sus principales innovaciones: las pastillas hechas con madera y fabricadas, por supuesto de forma artesanal, al igual que sus guitarras acústicas y eléctricas. Además, si te interesa el mundo de la construcción de guitarras, no te pierdas su canal de youtube.
Vegarelics
Después de una larga trayectoria por el mundo de la música como backliner y técnico en giras para M-Clan, Fito, o Barón Rojo, Tony de Vigo decide comenzar en 2013 a a crear instrumentos basados en la época dorada de Fender y Gibson. Pero no es hasta 2020 cuando Vegarelics se hace realidad en Heredades, Alicante, incorporando el acabado envejecido (relic) como una de sus señas de identidad. Guitarras y bajos de altísima calidad hechas a mano en el siglo XXI con el tono de los cincuenta y sesenta.
Pigs Guitars
De Alicante nos vamos Manresa (Barcelona) donde tiene su centro de operaciones Pigs Guitars, con sus propias versiones de los modelos clásicos de Fender y Gibson, tanto en bajos o guitarras. Según indican en su web, también fabrican guitarras clásicas y flamencas.
Por supuesto, como cuna de la guitarra española, si se busca un instrumento de calidad tanto para clásico como para flamenco, conviene no irse muy lejos de España. Entre los constructores de referencia, cabe destacar los instrumentos de Antonio Morales, José Ramírez o Gerundino Fernández, cuyos modelos han pasado por las manos de maestros como Paco de Lucía, Raimundo Amador, Vicente Amigo, Tomatito o Niño Josele.
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