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¿Cómo evitar una sobrecarga eléctrica? Causas, daños y soluciones
En ocasiones, factores externos provocan que el suministro de electricidad no permanezca estable y homogéneo, produciendo picos de tensión en el voltaje. Lo importante es saber identificar qué factores pueden ocasionarla y prevenir las consecuencias.
Las sobretensiones eléctricas son uno de los riesgos más comunes y habituales en viviendas y locales comerciales. Más allá de que parezcan casos puntuales, sus consecuencias podrían graves, que van desde una simple avería en tus electrodomésticos, hasta ocasionar incendios. Te explicamos qué es una sobretensión, por qué sucede, los daños que podría ocasionar, y lo más importante: cómo puedes prevenirla.
¿Qué es una sobretensión?
Ocurre cuando surge un aumento del voltaje en una instalación eléctrica de forma repentina, sobrepasando los niveles regulares. En los hogares de España, la tensión considerada estándar es de 230 voltios. Si llegase a subir de manera violenta puede afectar y dañar los dispositivos eléctricos conectados al sistema de alimentación de la vivienda.
La sobretensión es bastante frecuente, tanto en líneas de distribución eléctrica como en las de telefonía o datos. Sus causas son las siguientes:
- Fenómenos atmosféricos: como efecto tras la descarga de un rayo, capaz de generar una cantidad de corriente de miles de amperios. Estas sobretensiones son las más graves y dañinas.
- Conmutaciones de la red: cuando se producen alteraciones en el suministro eléctrico por la manipulación inadecuada o por la conexión y desconexión de aparatos de mucha potencia. Suele ocurrir cuando la compañía eléctrica realiza cambios en el suministro, o por el arranque o parada de ascensores, bombas o grandes electrodomésticos. El origen del problema determina a su vez que podamos clasificar las sobretensiones en dos tipos: sobretensiones transitorias y sobretensiones permanentes.
- Sobretensiones transitorias: son aquellas de durabilidad menor. Suelen ser las que tienen lugar tras los fenómenos atmosféricos. Producen daños en la red eléctrica y pueden dar lugar a defectos irreparables en los circuitos de equipos e instalaciones.
- Sobretensiones permanentes: son las que se mantienen a lo largo del tiempo. Generalmente se deben a la descompensación del voltaje y a la sobrecarga consecuente. En estos casos, los daños son más importantes y devastadores. Fallos en el neutro de la instalación, errores en la red de distribución, o desperfectos en el transformador de la compañía eléctrica, suelen ser algunas de las causas.
"La sobretensión es bastante habitual, y se debe a fenómenos atmosféricos o a alteraciones en el suministro”.
¿Por qué la sobretensión es tan perjudicial?
Los sistemas de los equipos eléctricos están diseñados para que funcionen dentro de un rango de voltaje específico, y cuando se supera ese límite, las piezas de la instalación, lo interno, puede sobrecalentarse, fundirse y hasta causar explosiones y/o incendios. En ocasiones, estos daños no son fáciles de percibir, o no muestran señales inmediatas, lo que dificulta dar con ellos e impedir a tiempo que el dispositivo deje de funcionar.
Hoy en día los dispositivos y aparatos son mucho más sensibles, complejos, pequeños y delicados, por lo que, ante una sobretensión, el riesgo de sufrir graves daños es mayor.
Ante el peligro de sobretensión, debemos anticiparnos al imprevisto y proteger nuestros equipos.
Tipos de daños que puede producir
El principal daño es el ocasionado a tu bolsillo, ya que arreglar o reponer los dispositivos con daños inmediatos o acumulativos ocasiona costes importantes, además del perjuicio personal y profesional que supone la interrupción del servicio eléctrico.
En base al nivel de perjuicio en los aparatos y sistemas, podemos hablar de tres tipos de efectos dañinos:
Fallos por disrupción
Son los derivados de la interrupción en el sistema eléctrico, dando lugar a pérdida de datos y errores en el funcionamiento de ordenadores, servidores y discos duros.
Fallos por degradación
Acortan la vida útil de los aparatos dañados, tras haber sido expuestos a la sobretensión.
Destrucción de equipos
Son los más graves, provocando daños irreparables en placas e instalaciones, que suelen afectar en mayor medida a ordenadores y aparatos electrónicos. Existe, incluso, la posibilidad de convertirse en un foco de incendio si la sobretensión provoca un sobrecalentamiento o chispa, con su consecuente peligro a la seguridad de las personas.
"El principal daño es económico por la reposición de dispositivos, además del perjuicio personal y profesional que supone la interrupción del servicio eléctrico”.
¿Cómo evitar o prevenir una subida de tensión eléctrica?
Desde instalar protectores en los cuadros eléctricos y usar regletas con protección incluida, hasta revisiones periódicas, sirven de solución para proteger tu instalación y tus equipos eléctricos:
- Regletas especiales: en el mercado hay regletas que incluyen fusibles o varistores que se encargan de absorber las sobretensiones. Se utilizan de forma habitual para conectar electrodomésticos, televisores, routers y ordenadores.
- Revisiones periódicas: lo ideal (y recomendable) es que un electricista autorizado revise con frecuencia y planificación las instalaciones eléctricas. Una instalación antigua sin el debido mantenimiento será más vulnerable.
- Un sistema de puesta a tierra eficaz: tener una buena toma de tierra es esencial para que los equipos que se encargan de proteger los electrodomésticos y demás dispositivos trabajen de forma correcta.
- No sobrecargues los enchufes: si conectas demasiados equipos a una misma toma de corriente, se pueden generar desequilibrios en el flujo de energía y aumentar el riesgo de que ocurra una sobretensión.
¿La clave? El protector de sobretensión
Viendo los daños que nos puede ocasionar una sobretensión y su posterior interrupción del servicio eléctrico, está claro que compensa adelantarse y evitar tales imprevistos no deseados.
La solución está en instalar un protector de sobretensión, que será como una armadura de seguridad para los equipos, frente a cualquier pico de tensión no deseado.
Se trata de un sencillo dispositivo capaz de reaccionar con una rapidez impresionante ante cualquier posible sobretensión. En concreto, se activa al mínimo síntoma en apenas 100 nanosegundos como mucho. Cuando identifica picos de tensión, regula el voltaje desviando el mismo a tierra y bloqueando el acceso a los aparatos.
Existen protectores de voltaje que ofrecen protección transitoria, los cuales se instalan en el cuadro eléctrico y desvían los picos de tensión hacia tierra, y los de protección permanente, que se encargan de desconectar la instalación al detectar un aumento constante y sostenido de tensión.
Este sistema está preparado para proteger todo tipo de equipos:
- Protege dispositivos personales: todos aquellos que forman parte de tu hogar, desde electrodomésticos hasta ordenadores.
- Protege equipos profesionales: cuida tanto los aparatos como la información que contienen, para garantizar que el flujo de trabajo no se vea afectado y no se pierda material necesario para el desempeño del mismo.
- Protege maquinaria industrial: evitando así el tener que sustituir y reponer equipos muy costosos y, a la vez, fundamentales para la continuidad del proceso de producción en cada sector.
En general, consiguen evitar el sobrecalentamiento de dispositivos, aumentan su vida útil, y previenen tanto interrupciones del servicio, destrucción de equipos y graves incendios. Pero, sobre todo, te garantizan disfrutar de tu día a día, con total tranquilidad.
Porque la seguridad de tus aparatos es importante. Pero la tuya, aún más.
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