Aerotermia en vivienda nueva y usada: ¿qué debes tener en cuenta?

¿Cuáles son las diferencias entre la aerotermia en una vivienda nueva y usada?

La instalación de aerotermia en una vivienda nueva tiene dos puntos importantes de atractivo:

• Las normas aprobadas en los últimos años, como el Código Técnico de la Edificación (en 2006) o el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (en 2007), siguen una línea de eficiencia energética. Cada vez, las nuevas construcciones son más exigentes con este aspecto. Eso beneficia de forma especial a soluciones de climatización que, como la aerotermia, funcionan mejor cuando los requerimientos no son exagerados y, por tanto, se pueden maximizar las posibilidades de ahorro.
• La obra para introducir la aerotermia no reclama ningún tipo de alteración en la vivienda. De hecho, forma parte de su diseño desde el principio y las labores de ejecución de la obra están coordinadas con todos los otros aspectos de la construcción. No hay, por tanto, desperfectos, suciedad, sacrificios de espacios que se disponían para otras funciones y los demás inconvenientes de las reformas.

En el caso de la vivienda usada, hay que buscar un equilibrio. Por un lado, tienes que valorar los beneficios de incorporar la aerotermia. Por otro, la introducción de esta tecnología originará una alteración mayor o menor en tu vivienda. Eso producirá inconvenientes, pero también puede ser la causa de ventajas adicionales a de la propia aerotermia, como el impulso de otras obras. De hecho, puede ser, en ocasiones, un punto de partida para plantearse reformas profundas o integrales. 

Aspectos que debes considerar en una vivienda nueva

Si la vivienda es nueva, lo normal es que, si así se ha diseñado, la aerotermia ya venga incorporada y tú no puedas modificar sus características. No obstante, la configuración de la aerotermia sí debe ser un punto que debes estudiar antes de la compra. En particular, observarás diversos aspectos de la configuración que se haya decidido dar a la aerotermia en esa vivienda, como los siguientes:

• La influencia del sistema de aerotermia sobre el precio final de la vivienda.
• Los ahorros previstos en el consumo de energía y en el gasto monetario.
• Qué influencia tiene la aerotermia en la disponibilidad y configuración del espacio.
• Los sistemas adicionales que puedan necesitarse o no para climatizar la vivienda.
• Lo confortable que se sienta la temperatura dentro del hogar.
• Los ahorros de emisiones de gases contaminantes.
• El nivel de ruido dentro de cada estancia.
• Cuánto tiempo se puede tardar en alcanzar la climatización deseada en diversos escenarios de uso.

Qué tener en cuenta sobre la aerotermia en una vivienda usada

En el caso de la vivienda usada, suele haber mucho más margen de configuración de qué tipo de sistema de aerotermia quieres. Por tanto, tendrás que tomar muchas decisiones e influirán en ellas diversos factores:

El tipo de reforma

En ocasiones, lo que se busca es minimizar las obras. Para ello, suele ser frecuente optar por aerotermia con radiadores convencionales. También puedes plantearte instalar “fancoils”. Evitas muchos problemas (y oportunidades) ligados a reformas profundas, pero sacrificas rendimiento. Cuando las temperaturas exteriores son intermedias o altas, el consumo será mayor.

En el caso de que plantees una reforma integral de tu vivienda o, en todo caso, una de cierto calado, lo ideal es plantear la instalación de radiadores de baja temperatura, suelo radiante o ambos. Son instalaciones que te pueden durar mucho tiempo y te permitirán ahorros importantes de costes cada año.

La aerotermia como solución única o como complemento

En buena parte, esto puede depender del clima. Si vives en una zona templada o cálida, puede que te interese que la aerotermia sustituya por completo a tus antiguos sistemas de calefacción o refrigeración. Incluso puede proporcionarte agua caliente sanitaria.

En cambio, en climas fríos, puede ser interesante que te plantees si puedes combinar la aerotermia con otros sistemas para la calefacción (gas natural, gasóleo, “pellets”, radiadores eléctricos, etc.). Te ayudará a combatir las pérdidas de rendimiento en los días más fríos, y puedes configurar el conjunto para que funcione la aerotermia o tu otra opción aprovechando lo más barato en cada momento. 

Tiempo y tipos de interés

En una vivienda usada, el comprador es quien tiene que tomar las decisiones sobre las instalaciones de climatización que va a sustituir, mantener, eliminar o incorporar. En el contexto de esa elección, la aerotermia representa, en términos generales, un desembolso inicial algo mayor que otras opciones. A cambio, se suele disfrutar de unos costes anuales de la calefacción y refrigeración menores. Por tanto, es normal que te surja la duda de si compensa.

En ese sentido, tienes que tener en cuenta que siempre pesarán más en la decisión los beneficios y costes cercanos en el tiempo que los que se prevén dentro de muchos años. De todos modos, cuanto más bajos sean los tipos de interés mayor relevancia tendrá lo que se espera en el futuro. 

Tamaño de la vivienda

En primer lugar, influye en la potencia de la bomba de calor. Cuanto más grande sea tu casa, mayor potencia necesitarás. Ten en cuenta que es importante dimensionar bien. Si te pasas, es probable que gastes de más; si te quedas corto, perderás eficiencia y buen funcionamiento.

Por otro lado, el tamaño influye en la configuración del sistema. Por ejemplo, puedes combinar el suelo radiante, los “fancoils”, diversos tipos de radiadores, etc., de forma distinta en cada espacio de la casa. Recuerda que cada habitación tiene características propias, como el uso que se le da o la orientación en la que está situada.

Aerotermia y autoconsumo

No es raro que se aproveche la aerotermia en el autoconsumo. Permite utilizar una parte de la energía generada en la provisión de agua caliente sanitaria y en la climatización. En todo caso, tienes que tomar decisiones no solo sobre tu bomba de calor y cómo vas a distribuir la climatización, sino también sobre la generación y las baterías.

En general, lo ideal es realizar una reforma en la que ambos aspectos (aerotermia y autoconsumo) sean coordinados. No obstante, puede que ya dispongas de placas solares y baterías y quieras introducir la aerotermia. En ese caso, puede ser conveniente que te plantees si merece la pena invertir en ampliar tu instalación de autoconsumo (más placas y baterías).

Retirada de equipamientos antiguos

En una vivienda usada es muy frecuente que tengas que retirar algo que ya tenías. Puede que ya no tenga sentido contar con una caldera, un termo, ciertos radiadores, espacios para almacenar combustibles, etc. Parte del éxito de tu reforma dependerá de la capacidad para sacar provecho a esos espacios y minimizar las molestias que ocasione la ocupación de los nuevos ligados a la aerotermia.

En definitiva, la aerotermia es una solución tecnológica interesante, pero en tus manos y en las de los profesionales que te asistan está el mejor aprovechamiento. Un buen proyecto y una correcta ejecución de las obras son la mejor garantía de éxito en la implantación de la aerotermia.