{{article.title}}
El Wizink Center, energía verde para una arquitectura sostenible de vanguardia
Impresiona contemplarlo vacío, sin sonido, sin el alboroto de un concierto o de un día de partido. Está en reposo, aletargado, sin esa vibración tan particular de los espacios que han pasado a conformar el alma de una ciudad. Después se escucha un clac y las luces se encienden y de pronto crece el trasiego.
La maquinaria se empieza a engrasar. Todos los trabajadores se mueven de forma coordinada para que lo que era un gigante dormido despierte en tiempo récord. Hasta que llega un balón y toca el parqué y rebota y se funde con las manos de los jugadores de algún equipo de la Liga Endesa. Arranca el calentamiento y el goteo de gente en las gradas no para de aumentar. Cinco minutos para el salto inicial. Apenas unos huecos libres. La realización de televisión a punto y los entrenadores afinando las últimas instrucciones. De la nada, a la emoción, a una energía especial, en apenas unos instantes.
Autoconsumo solar en el Wizink Center
Así, entusiasmado, recuerdo también el momento en que me encargaron llevar a cabo la supervisión de una instalación solar fotovoltaica de autoconsumo en el Wizink Center, este emblemático espacio que fue denominado en el inicio de su historia como el Palacio de los Deportes. Este nuevo reto no solamente significaba la supervisión de una obra, sino que me brindaba la oportunidad de participar en la transformación en un edificio sostenible de este punto tan particular de Madrid y enraizado ya en el corazón de sus habitantes.
Flanqueado por las calles Goya y Jorge Juan, es un edificio de arquitectura futurista, con un diseño rotacional mutante, pero lo que, sin duda, le confiere una verdadera personalidad es su capacidad de transformación, su versatilidad, ya que puede albergar la celebración de eventos deportivos, espectáculos musicales o actividades culturales.
A nivel técnico, me gustaría destacar como elemento más significativo de la instalación, la cubierta del edificio, que, siguiendo la línea de arquitectura de vanguardia, es una cubierta curva y con un sistema de anclaje muy particular y concreto. Ciñéndonos a las especificaciones de seguridad para este tipo de cubierta, nos ha permitido la implementación y colocación en la cubierta de paneles solares con una superficie aproximada de 2.300 m2, dotando así al edificio de una instalación de autoconsumo capaz de atender aproximadamente el 21% de la demanda anual de consumo de energía.
Y a nivel personal, como comentaba antes, me he sentido afortunado de haber participado en el proyecto para la transformación en un lugar más sostenible de este extraordinario edificio de Madrid. Y de formar parte del proceso de descarbonización que se está llevando a cabo en nuestra sociedad y que nos garantizará un mundo más respetuoso con el medio ambiente.
Por Rubén Sánchez Jiménez, gestor de proyectos e-Industries en Endesa.