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Siete socios (no tan conocidos) del Club de los 27
Pocos temas son más recurrentes en las conversaciones sobre música que el famoso Club de los 27, ese selecto grupo de músicos que perdieron su vida a tan temprana edad, aumentando aún más su leyenda y potenciando exponencialmente su legado. Cualquiera que haya indagado un poco en el tema conocerá a sus componentes más populares: el pionero del blues Robert Johnson, cuya leyenda incluye la venta de su alma al diablo (de esto hablaremos otro día); una de las voces más personales de la historia del rock’n’roll, Janis Joplin; la leyenda de la guitarra, Jimi Hendrix; el carismático cantante de The Doors, Jim Morrison; el guitarrista y miembro fundador de los Rolling Stones, Brian Jones; el guitarrista y cantante de Nirvana, Kurt Cobain; y la voz del soul del siglo XXI en Amy Winehouse. Todos ellos murieron con 27 años, algunos, con apenas meses de diferencia. Todos en circunstancias, cuando menos, complicadas.
Es común pensar en que el Club de los 27 se reduce a estas siete figuras de la música, pero hay más, eclipsados, a veces de forma injusta, por la fama de los anteriores. Incluso en España hay alguna componente como veremos más tarde. Aquí os contamos las historias de otros siete socios más de este exclusivo club.
Pete Ham (Badfinger)
¿Os acordáis del súper éxito de Mariah Carey, ‘Whithout you’? Pues era una versión del grupo de rock británico Badfinger. Podéis encontrarla en su segundo disco ‘No Dice’, de 1970. Si os gustan las series, la canción que suena en la última escena de Breaking Bad también es de Badfinger, se llama ‘Baby Blue’, como el disco donde aparece.
Badfinger desarrolló su carrera desde 1965 hasta 1975 (posteriormente en 1978 hubo una reunión que poco nos interesa para la historia de hoy y que también acabó bastante mal). Alcanzaron su mayor cota de éxito a principios de los setenta tras apostar por ellos el mismísimo Paul McCartney y fichar por Apple Records, la discográfica de The Beatles.
Durante toda su carrera, la banda se mantuvo en el complicado equilibrio entre buenas críticas musicales, algunos singles exitosos, pero sin cosechar grandes ventas. Un camino complicado que terminó en 1975 para su cantante, guitarrista y compositor principal Pete Ham, cuando se descubrió que el manager de la banda, Stan Polley, se había quedado con todo el dinero. Ham, que de repente se vio arruinado, acabó con su vida ahorcándose en el garaje de su casa dejando tras de sí una de las historias más lamentables de la música, tanto por lo injusto como el increíble talento que atesoraba.
Chris Bell (Big Star)
Chris Bell fue principal arquitecto, junto a Alex Chilton, del maravilloso primer disco de Big Star, ‘#1’, aunque Bell es, por si mismo, una figura imprescindible para entender la música de bandas como REM, Teenage Fun Club o Wilco. Su corto paso por Big Star marcó su destino ya que, tras no lograr el éxito esperado con el primer disco, dejo la banda, y sus problemas de depresión, unidos al consumo de alcohol y drogas se agravaron. En los años siguientes, Bell se concentró en su carrera en solitario publicando varios singles que se recopilaron y publicaron en 1992 dentro del disco imprescindible ‘I Am The Cosmos’. Obviamente, Bell no pudo ver este trabajo publicado porque murió en 1978, a los 27 años, en un accidente de automóvil.
Si queréis saber más sobre su vida y la carrera de Big Star, os recomendamos tanto el libro ‘There Was a Light: The Cosmic History of Chris Bell and the Rise of Big Star’, como el documental ‘Nothing Can Hurt Me’ que os dejamos aquí abajo.
Richard James Edwards (Manic Street Preachers)
El caso de Richard James Edwars, guitarrista de Manic Street Preachers, también tiene miga. Entre otras cosas, porque no se ha encontrado cadáver alguno que pueda identificarse. Desapareció en 1995 y finalmente tras no encontrarlo, en 2008, la justicia británica acabó declarándolo “presunto muerto”.
Todo ocurrió entre el 31 de enero y el 1 de febrero de 1995. Edwars y su compañero de banda James Dean Bradfield llegan al hotel London Embassy dispuestos a viajar al día siguiente a Estados Unidos, pero antes quedan para salir a tomar algo por la noche, un plan del que finalmente se cae Edwars porque, según argumenta, prefiere descansar en su habitación. Nunca más se supo de él. Al día siguiente en su habitación solo quedaban algunos diarios, su maleta cerrada (con toda su ropa dentro), y una nota que decía "Te Amo".
Poco después se supo que Edwars estaba algo desencantado con su trabajo en la banda, circunstancia que unida a que desde semanas antes de su desaparición fue retirando poco a poco el dinero de su cuenta bancaria, acrecentó las sospechas de una posible huida. De hecho, se sabe que salió del hotel sobre las 7:00, y que después condujo hasta su piso en Cardiff. Siete días después, al parecer, un taxista de Newport supuestamente lo llevó a Blackwood, su lugar de nacimiento. El rastro se pierde definitivamente el 14 de febrero, cuando multaron su coche en una gasolinera de la que no volvió a arrancar, quedando aparentemente abandonado.
Como si se tratara de Elvis, muchos testimonios afirman haberlo visto por distintos lugares del mundo, incluidas las islas de Fuerteventura y Lanzarote, pero ninguna de estas afirmaciones ha podido comprobarse con lo que, actualmente, podemos contar a Edwars como ‘presunto miembro’ del Club de los 27.
Cecilia
La siguiente protagonista de este artículo se llamaba Evangelina Sobredo Galanes, pero todo él mundo la conocía, y la conoce hoy en día, como Cecilia. Una de las cantautoras españolas más populares e influyentes, a pesar de su por desgracia corta carrera artística. A ella le debemos auténticos clásicos del pop patrio como ‘Un ramito de violetas’, ‘Mi querida España, ‘Dama, dama’ o ‘Amor de medianoche’.
Como todos los demás tristes protagonistas de nuestro artículo de hoy, falleció cuando tenía 27 años en un accidente de tráfico, al regresar de un concierto en Vigo a Madrid, para realizar unas grabaciones, junto a sus tres músicos. Cecilia murió en el acto junto al batería Carlos de la Iglesia tras impactar su vehículo contra un carro de bueyes que circulaba sin luces. Un horrible final para un inmenso talento, con grandísima proyección, en el momento más alto de su carrera, con tan solo 27 años.
Alan "Blind Owl" Wilson (Canned Heat)
Si habéis utilizado alguna vez la frase ‘On the road again’ el alguna story cuando os vais de viaje, debéis saber que es el título de una de las canciones más populares de Canned Heat. Podéis encontrarla en su fantástico segundo disco ‘Boogie with Canned Heat’. Comenzaron su carrera en 1965 con Bob Hite ‘The Bear’ a las voces y la armónica, Henry Vestine a la guitarra, Larry Taylor al bajo y Frank Cook a la batería. El protagonista de esta historia, Alan ‘Blind Owl’ Wilson, completaba la formación a la guitarra y voces.
El 3 de septiembre de 1970, poco antes de la salida de su disco ‘Hooker’n’ Heat’ que contaba con la colaboración del mítico bluesman John Lee Hooker, Wilson fue encontrado muerto en la ladera de una colina detrás de la casa de Hite, en Topanga Canyon. La autopsia certificó que la causa de la muerte fue intoxicación aguda accidental por barbitúricos y fue tratada como suicidio, aunque esa circunstancia sigue aún sin confirmarse. Por supuesto, tenía 27 años. Aquí os dejamos su actuación en el legendario festival de Woodstock, en 1969.
Ronald ‘Pigpen’ McKernan (Grateful Dead)
Continuamos con miembros de bandas míticas del universo del rock and roll. En este caso hablaremos de Ronald ‘Pigpen’ McKernan, miembro fundador de Grateful Dead, banda con la que tocó el órgano y la armónica hasta 1972, llevando el rock psicodélico a su máxima expresión. Al parecer, y contrariamente a la mayoría de sus compañeros de grupo, lo suyo no eran el LSD, él prefería el alcohol y lo consumía en gran cantidad. Este fue el hábito que puso fin a su historia un 8 de marzo de 1973, cuando fue encontrado muerto a causa de una hemorragia gastrointestinal, con 27 años de edad.
Dave Alexander (The Stooges)
El miembro del Club de los 27 del que hablaremos ahora desarrolló su carrera lejos del territorio psicodélico de ‘Pigpen’. Dave Alexander fue uno de los miembros fundadores de The Stooges, junto al legendario Iggy Pop y los hermanos Ron y Scott Asheton allá por 1967. Con más actitud que conocimientos y técnica musical, logró hacerse un hueco en la banda tanto en la parte instrumental como en la composición de las canciones de los dos primeros discos de la formación: los fantásticos ‘The Stooges’ y ‘Fun House’.
Lamentablemente, los excesos hicieron mella en la vida de Alexander y acabó siendo despedido en 1970 tras ser incapaz de tocar debido a la tremenda borrachera con la que llegó a la actuación en el Goose Lake International Music Festival de ese año. Falleció un lustro después debido a un edema pulmonar. Por supuesto, con 27 años.
Hemos citado a siete, pero podríamos citar también a Mia Katherine Zapata, cantante de The Gits, que fue violada y estrangulada en julio de 1993; o a Dennes Dale Boon, de The Minutemen, víctima de un accidente de tráfico en 1985, al igual que Pete de Freitas, de Echo & the Bunnymen. Todos ellos forman parte de este tan tétrico como exclusivo club de los músicos que nos abandonaron con 27 años. Esperamos que no haya que inscribir a ningún nuevo miembro nunca más.