Invertir en un negocio sostenible también es cosa de pymes

Hacia la máxima eficiencia de costes

Para las empresas de poco volumen, el consumo de energía suele llevarse una gran parte del presupuesto. El reemplazo de maquinaria o de tecnología, el empleo de materiales desechables o la falta de planificación en los métodos o en los espacios de trabajo, también son costes importantes muy habituales en las pymes, cuya visión está muy enfocada a veces en el día a día.

Por ello, adaptar procesos o equipamiento más eficientes puede marcar la diferencia en lo que al ahorro se refiere. Empezar a implementar la eficiencia energética reducirá los costes de las facturas y los gestos más simples pueden resultar más rentables, incluso, desde el minuto cero. Por ejemplo, utilizando en la oficina iluminación de bajo consumo, optimizando el tiempo de encendido y los sistemas de calefacción o frío, o usando aparatos con un buen etiquetado energético.

Ese margen de ahorro que se gana puede, además, ser invertido en otras acciones del negocio que necesiten de más presupuesto, como la formación de los empleados, el desarrollo de producto o la publicidad y el marketing.

Una empresa más resiliente

En los últimos tiempos ha quedado demostrado que el mercado de la energía puede llegar a ser muy volátil, y que los precios pueden elevarse de forma notable en cuestión de días. La solución a esto puede pasar por la eficiencia energética, ya que así, con el uso de herramientas más sostenibles, las pymes pueden neutralizar el impacto de los precios y construir un marco de actuación mucho más resiliente.

Los negocios sostenibles buscan reducir su impacto medioambiental, al mismo tiempo que aumentan su impacto positivo en la comunidad de la que forman parte. En esto la eficiencia energética puede jugar un papel fundamental, porque los consumidores buscan cada vez más productos y servicios que muestren el compromiso que hay detrás y que se esmeren especialmente en la responsabilidad social corporativa.

En la Unión Europea, el 99% del tejido empresarial son pequeñas y medianas empresas. Además, son responsables del 70% del empleo que se genera en nuestro país, por lo que el impacto que imprimen en la sociedad es muy grande y, por tanto, ha de ser beneficioso.

Apostar por un negocio sostenible

La Unión Europea ha hecho públicos sus objetivos a alcanzar durante esta década, a través de su agenda, y entre algunos de ellos figura la actividad de las pymes.

Gerardo Cuerva, Presidente de CEPYME (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa), califica la Agenda 2030 como un “formidable reto” para todos los agentes, pero insta a no olvidar que “al mismo tiempo, genera nuevas oportunidades para las empresas, reforzando su competitividad en una economía global y afianzando su compromiso con una sociedad cada vez más concienciada y exigente”.

Además de la Agenda 2030, los gobiernos estatales y locales están siendo cada vez más exigentes con el consumo y la eficiencia energética, por lo que apostar por un negocio sostenible será siempre estar al día, cuando no un pie por delante, con la normativa.

Por ello, los negocios pequeños no solo son un objetivo claro en esta carrera hacia el mañana: su papel es crucial en esta apuesta por el futuro. Cuanto antes se sumen las pymes a la transición verde, antes podrán disfrutar de sus beneficios medioambientales, sociales y económicos. El momento de actuar es ahora.