El hidrógeno renovable, la revolución verde
Apostamos por proyectos en torno al hidrógeno verde para avanzar en la descarbonización de la economía y crear una industria localizada en España que abarque toda la cadena de valor de este vector energético.
Energía sin emisiones
El hidrógeno se usa en todo el mundo como materia prima en industrias como el refino de petróleo y la fabricación de fertilizantes y productos químicos. El consumo global de hidrógeno es de unos 70 millones de toneladas por año, según el último Informe de la IEA (Asociación Internacional de la Energía, por sus siglas en inglés).
Actualmente, casi la totalidad del hidrógeno se produce a partir de combustibles fósiles, por lo que en el proceso se emiten grandes cantidades de CO2. Pero hay una forma de producir hidrógeno sin emisiones: obtenerlo a partir de la electrólisis del agua.
Para llevar a cabo la electrólisis, que permite separar el oxígeno del hidrógeno, se necesita electricidad. Si esa electricidad se produce a partir de fuentes renovables lo que obtenemos es "hidrógeno verde", un elemento que se puede utilizar como materia prima en múltiples ámbitos y que permite la descarbonización de aquellos sectores industriales y del transporte donde la electrificación es inviable técnica o económicamente.
Un aliado para la descarbonización
El hidrógeno verde es el aliado perfecto para la descarbonización de los sectores en los que no se puede recurrir a la electrificación para reducir las emisiones y luchar así contra el cambio climático. Es el caso de algunos sectores químicos que emplean el hidrógeno como materia prima, sectores industriales que necesitan grandes aportes de calor en sus procesos y en donde la electrificación no es posible económica o técnicamente (acero y cemento), la aviación y la navegación.
Además, el hidrógeno renovable producido mediante electrólisis puede contribuir a la correcta regulación de un sistema eléctrico 100% renovable, aportando una mayor flexibilidad y mejorando la seguridad de suministro.
En la actualidad, las plantas de producción de hidrógeno verde a gran escala todavía no son competitivas desde el punto de vista económico. Sin embargo, en el contexto previsto de reducción del coste de generación renovable, incremento de los precios del CO2, mejora de eficiencia de los electrolizadores, reducción de la inversión en estos equipos así como necesidad de almacenamiento de energía estacional, las tecnologías de producción de hidrógeno renovable podrían empezar a ser competitivas en usos industriales en los próximos años.
En el momento actual continúan siendo necesarios mecanismos de apoyo para hacer competitivo el uso del hidrógeno frente a otras alternativas para demostrar su viabilidad.
Una industria española en torno al hidrógeno verde
El Grupo Enel, al que pertenece Endesa, tiene previsto el desarrollo de proyectos de producción de hidrógeno verde basados en la instalación de electrolizadores alimentados por energías renovables y colocados cerca de los puntos de consumo. Una actividad que inicialmente será puesta en marcha en Estados Unidos, Chile, Italia y España.
En esta línea, desde Endesa hemos presentado al ministerio de Transición Ecológica nuestro interés por desarrollar en España hasta 23 proyectos de hidrógeno renovable. Estos proyectos, con una inversión asociada de más de 2.900 millones de euros, abarcan toda la cadena de valor de este vector energético, por lo que contribuirían a crear una industria española de fabricación de electrolizadores y de bienes de equipo.
“Queremos poner de manifiesto nuestra clara apuesta por el hidrógeno verde como clave en el proceso de transición energética y la descarbonización de la economía ”, explica el director general de Generación de Endesa, Rafael González . “Se trata de objetivos en los que venimos trabajando desde hace años y que han marcado nuestra estrategia de progresiva sustitución de generación térmica por generación renovable”.
Los 23 proyectos de hidrógeno verde que queremos desarrollar están asociados a una capacidad de potencia de casi 2.000 MW renovables .
Diversos usos y emplazamientos
Los proyectos que hemos presentado al Ministerio de Transición Ecológica recogen distintos usos finales del hidrógeno verde, desde su producción hasta su consumo.
Los proyectos más ambiciosos que se llevarán a cabo dentro de la península se ubican en las zonas en las que la compañía está cerrando las plantas térmicas: Andorra ( Teruel), Compostilla (León), As Pontes (A Coruña), Litoral (Almería) y Alcudia (Mallorca).
Nuestros planes incluyen transformar las plantas que usaban carbón como combustible generador y convertirlas en instalaciones modernas que produzcan hidrógeno y estén alimentadas por energía verde.
“Son áreas especiales donde hemos estado muchos años y queremos seguir presentes. Ahora se abre una oportunidad para transformar estos centros de generación basados en carbón y queremos construir plantas con tecnologías innovadoras como la fotovoltaica, la eólica y la producción de hidrógeno. La combinación de estas tecnologías puede hacer que sea un complejo moderno y sostenible ”, explica el director general de Generación de Endesa, Rafael González.
En su conjunto, los 23 proyectos que planteamos están diversificados en emplazamientos y usos finales del hidrógeno:
- se desarrollarían en zonas de descarbonización y transición justa y también en sistemas de generación de energía insulares.
- se obtendrían aplicaciones en la industria química, en sustitución de consumos térmicos.
- en algunos casos se trata de proyectos híbridos, que aúnen energía eólica y fotovoltaica o alguna de estas tecnologías con almacenamiento. Se trata de proyectos piloto, donde primará la innovación.
La producción total de todos los proyectos, una vez puestos en marcha, sumaría 26.000 toneladas anuales de hidrógeno.
Proyectos peninsulares
El proyecto más avanzado hasta la fecha es el desarrollado en As Pontes (A Coruña). Contará con un electrolizador de 100 MW y seis parques eólicos asociados, con una potencia conjunta de 611 MW, cuya construcción conllevaría la creación de unos 1.600 empleos durante los 18 meses de construcción.
La construcción del electrolizador, que se prolongaría durante unos 24 meses desde su inicio, daría empleo a unas 120 personas. Su operación y mantenimiento, durante unos 20 años, precisaría del trabajo de unas 100 personas. La inversión total del proyecto de As Pontes alcanzará los 738,2 millones de euros y, una vez en funcionamiento, tendría una producción de 10.000 toneladas de hidrógeno verde y daría empleo a unos 130 profesionales en las labores de operación y mantenimiento (100 en el electrolizador y otros 30 en los parques eólicos).
El objetivo de este primer proyecto es mostrar que una instalación de este tamaño puede construirse, operarse y mantenerse tanto desde el punto de vista económico como técnico y medioambiental.
El resto de propuestas peninsulares se desarrollará en Huelva, Teruel, Almería, Tarragona, Valle del Ebro y El Bierzo (León). Todas juntas supondrán una potencia asociada en electrolizadores de 215 MW, la creación de más de 500 empleos en su fase de construcción y alrededor de 220 más en las fases posteriores de operación y mantenimiento.
En total, los proyectos a desarrollar en la España peninsular aglutinan 2.000 millones de inversión y electrolizadores con una potencia agregada de 315 MW.
Proyectos extrapeninsulares
En el caso de los proyectos extrapeninsulares, se plantean opciones que van desde la producción de energía con hidrógeno verde en nuevas plantas de generación (Barranco de Tirajana, Granadilla y Alcudia, que sumarán electrolizadores por un total de 25MW), el paso de plantas operativas a bi-combustible y la sustitución de potencia de otras plantas operativas por hidrógeno/gas.
Las iniciativas presentadas en Canarias, Baleares y Melilla suman 900 millones de inversión.