¿Cómo nos recordarán las futuras generaciones?

Preservar nuestra historia es más que un simple acto de nostalgia, es una vía a través de la cual podemos interpretar nuestro presente, moldear nuestro futuro y rendir tributo a las acciones y sacrificios de las generaciones que nos precedieron. La fotografía, tiene la singular capacidad de congelar el tiempo, de inmortalizar momentos de nuestras vidas que nunca volverán a suceder, protegiéndolos de la amenaza insidiosa del olvido.

Nos encontramos en un instante crítico de nuestra historia, donde una nueva transición energética, nacida de la amenaza inminente del cambio climático, está tomando forma. Esta revolución, silente pero firme, está transformando el mundo tal y como lo conocemos, y sentando las bases para el mundo venidero. El legado que seremos, un proyecto apoyado por Endesa como protagonista clave de esta nueva transición, busca a través de la fotografía ser un testimonio tangible de este desafío sin precedentes que enfrentamos como sociedad. Esta nueva transición energética, a diferencia de sus predecesoras, porta consigo las demandas de una sociedad moderna donde la defensa del medio ambiente, la apuesta por la sostenibilidad y el desafío de una transición justa, que no deje a nadie en el camino, son imperativos ineludibles.

Con la llegada de las energías renovables, despedimos con respeto la gran era del carbón. Un capítulo de nuestra historia reciente que trajo un vasto desarrollo socioeconómico, brindó oportunidades a numerosos territorios y moldeó el mundo que hoy hemos heredado. Esta nueva transición energética nos presenta las oportunidades propias de nuestro tiempo, y ofrece respuestas concretas a los grandes desafíos de un mundo y una sociedad en constante movimiento.

Sin embargo, la importancia de esta transición energética aún no ha calado en la conciencia colectiva de toda la sociedad civil. Por ello, es imperativo plasmar un testimonio honesto e imparcial, libre de banderas, que respete la pluralidad de las perspectivas que abarca esta transición energética. De esta manera, podremos construir un legado fotográfico que sirva a las futuras generaciones para comprender su presente, reflexionar sobre el legado que les dejamos y, con suerte, inspirarles a proteger y mejorar el mundo que heredan.