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Tipos de averías eléctricas más frecuentes y cómo solucionarlas
Es algo que puede pasar. De repente, una avería eléctrica nos deja sin luz durante un rato, y parece que el mundo se para por completo. Vamos a listar las averías eléctricas más habituales y, lo más importante, qué hay que hacer para solucionarlas.
Las instalaciones eléctricas de cualquier vivienda o edificio requieren un mantenimiento adecuado para funcionar de manera segura y eficiente. Sin embargo, es frecuente que surjan averías que, si no se detectan y reparan a tiempo, pueden poner en riesgo los electrodomésticos de tu hogar e incluso comprometer la seguridad de las personas que habitan en la vivienda.
Mantener nuestras instalaciones en buen estado es importante para no poner en riesgo la seguridad de nuestro hogar y mantener el correcto funcionamiento de nuestros electrodomésticos. Por eso, te presentamos las averías más comunes que pueden ocurrir en la instalación eléctrica del hogar, para que sepas identificarlas y detectar cualquier problema a tiempo antes de que puedan causar un daño mayor.
¿Qué avería eléctrica podría dejarme sin luz?
Subida de tensión
Esto nos lo sabemos todos. En casa tenemos una potencia eléctrica tope contratada. Cuando esa potencia se sobrepasa hay un aumento en la tensión de la luz, los fusibles se activan, el suministro eléctrico no da más de sí y se corta. Esto pasa cuando enchufamos a la vez más aparatos eléctricos de los que debemos para hacerlo todo a la vez, o si ponemos en marcha electrodomésticos con una potencia superior. El ICP (Interruptor de Control de Potencia) estará bajado.
Avería en el termo eléctrico
Son averías muy comunes, que hacen saltar el interruptor diferencial en el cuadro eléctrico, cortando la luz. Uno de los fallos más habituales es por el contacto del agua con la resistencia.
Problemas con los cables de distribución
Se deben al deterioro o envejecimiento de los cables de red, que son los que transportan la electricidad desde el punto de generación hasta los puntos de consumo.
Pérdida de aislamiento
De nuevo el deterioro de los materiales es el causante de esta avería eléctrica, también bastante común. En este caso son los materiales aislantes de la corriente, que ya no protegen como deben la instalación eléctrica. La causa es el envejecimiento o la falta de mantenimiento, y puede darse con frecuencia en los electrodomésticos más antiguos. Una señal de esto es el famoso chispazo que nos puede dar al tocar un enchufe o un aparato eléctrico.
Cortocircuito
Un cortocircuito ocurre cuando dos conductores de distinta polaridad entran en contacto directo, lo que provoca un aumento brusco de la corriente eléctrica. Este fenómeno genera calor y puede disparar los fusibles o interruptores automáticos.
Los cortocircuitos suelen ser causados por cables en mal estado, conexiones defectuosas o dispositivos dañados. Son un problema que, si no se soluciona de manera adecuada, pueden llegar a generar un riesgo de incendio en la instalación.
Por eso, lo más importante es localizar el punto exacto donde se está dando este fallo de contacto. Normalmente, suele ser bastante visible como un cable pelado o que suelta pequeñas chispas, a continuación, debemos cambiar o reemplazar la parte afectada. Pero si no está claro o no sabes cómo ponerle solución, lo más seguro es que contactes con un especialista, quien garantizara que el sistema quede completamente seguro.
Fallo eléctrico de la red
En este caso la avería es general, y puede deberse a muchas causas ajenas a nosotros, como el mal tiempo o un accidente de tráfico. Hay que tener paciencia y esperar a que los técnicos le pongan solución.
Cortes programados
No es una avería eléctrica en sí, sino que se trata de un corte de luz por un tiempo determinado, controlado por la compañía, y para mejorar el servicio o realizar ajustes necesarios. Normalmente, nos van a avisar de ello.
Diferenciales disparados: cuando la instalación nos avisa
El interruptor diferencial es un dispositivo de seguridad que desconecta la corriente cuando detecta una fuga de electricidad. Si este interruptor salta con frecuencia, puede ser indicativo de problemas en la instalación o en los dispositivos conectados. Las fugas de corriente son peligrosas, ya que aumentan el riesgo de electrocución.
Revisar periódicamente el estado de los electrodomésticos conectados y asegurarse de que no haya cables dañados es la mejor opción para evitar desconexiones. Si el problema persiste, un electricista puede realizar pruebas para detectar posibles fugas en la instalación.
Fusibles fundidos: el aporte de seguridad
Los fusibles protegen los circuitos eléctricos contra sobrecargas. Si un fusible se funde, es probable que la corriente haya superado el límite de seguridad del circuito. Esto puede ser causado por una sobrecarga o un cortocircuito.
Si eso ocurre, es importante reemplazar el fusible fundido por uno nuevo del mismo amperaje. Si el problema persiste, deberás revisar la carga que soporta el circuito y corregir cualquier sobrecarga o mal funcionamiento en los aparatos.
Mal funcionamiento de enchufes: revisa las tomas de corriente
Los enchufes o tomas de corriente que no funcionan correctamente son un problema frecuente en muchas viviendas. Esto puede deberse a conexiones sueltas, cables defectuosos o sobrecargas en la línea. Los enchufes que emiten chispas o se calientan al usarse pueden ser peligrosos, ya que representan un riesgo de incendio.
Como la mayoría de las veces, comprobar la conexión de los cables en los enchufes afectados es la solución óptima. Si están flojos o dañados, aprieta las conexiones o reemplaza los componentes defectuosos.
Problemas con las luminarias: seguridad ante todo
Las bombillas que parpadean se apagan prematuramente o no funcionan correctamente pueden deberse a una mala conexión en las lámparas o a bombillas de baja calidad. Además, el uso de bombillas que no son compatibles con las luminarias o la instalación puede aumentar el riesgo de sobrecalentamiento.
Verifica siempre que las bombillas sean las adecuadas para las lámparas y la instalación. Asegúrate de que las conexiones estén bien hechas y, si es necesario, repara o reemplaza los elementos defectuosos.
Cómo solucionar algunas de las averías eléctricas
La subida de tensión es fácil de solucionar, será necesario apagar o desenchufar alguno de los electrodomésticos de mayor consumo, bajar los plomos y esperar unos segundos hasta volver a conectarlos, de derecha a izquierda y siendo el último el interruptor general. Si en caso de hacer esto, la luz no ha vuelto, entonces sí habrá que ponerse en contacto con un electricista cualificado que revise todo bien. Por otra parte, si la luz vuelve, pero el ICP salta a menudo, lo lógico será aumentar la potencia contratada.
En caso de cortocircuito o fallos en el sistema eléctrico o el cableado, hay que llamar a un técnico cuanto antes para evitar males mayores. Lo hemos dicho muchas veces, pero un fallo eléctrico puede desencadenar en un incendio de la casa. El profesional que nos visite tendrá que revisar la instalación eléctrica, ver si hay que cambiar algún cable, varios, o todo el entramado. También puede revisar el electrodoméstico que tengamos sospecha de que puede haber hecho saltar los plomos. Cualquiera de estas acciones es compleja y requiere conocimientos en electricidad, por lo tanto, no hay que jugársela.
La mejor solución es una revisión experta
Las averías eléctricas más comunes, como los cortocircuitos, sobrecargas o problemas en enchufes pueden convertirse en serios riesgos para la seguridad si no se abordan a tiempo. Realizar revisiones periódicas y contar con la ayuda de un electricista profesional es esencial para mantener tu instalación eléctrica en buen estado. De esta manera, podrás prevenir accidentes y garantizar el buen funcionamiento de tus dispositivos y electrodomésticos.
En Endesa, ponemos a tu disposición el mejor servicio técnico con el servicio Protección Luz 360, con el cual podrás ponerte en contacto cuando lo necesites y un electricista de urgencia visitará tu hogar en menos de 3 horas si la avería es urgente, o en un máximo de 48 horas laborales si la avería no es urgente - en ambos casos, el desplazamiento y las 3 primeras horas de mano de obra son gratis.
También podrás disfrutar de un servicio de reparaciones para tus electrodomésticos (lavadoras, secadoras, frigoríficos, congeladores, campanas, lavavajillas, vitrocerámicas, cocinas y hornos eléctricos), cerrajería, fontanería y cristalería. Además, incluye un seguro de protección de pagos de tus facturas eléctricas.
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