Sector energético
Los primeros intentos de conseguir un motor magnético datan de hace más de 800 años. Lo cierto es que la mayor barrera que encuentra a su paso es, precisamente, la termodinámica. Para comprenderlo debemos saber antes cómo funciona un motor magnético.
Funcionamiento del motor magnético
El fundamento de un ingenio de estas características son los imanes que, como todo el mundo sabe, cuando se juntan los polos opuestos se atraen pero, en cambio, cuando se trata de aproximar polos del mismo signo, estos se repelen. ¿Qué sucedería si se aprovechará esa repulsión colocando imanes enfrentados a lo largo del diámetro de una rueda?
Sobre el papel, esa fuerza de repulsión conseguiría mover la rueda sin fin o, al menos, hasta el fin de vida del magnetismo en los imanes, que puede prolongarse hasta 400 años. Por eso se habla de energía libre o, incluso, perpetua.
¿De qué trata el mito?
El mito del motor magnético y la energía libre dibujaba un potencial tal que, incluso en proyectos desarrollados en Argentina, como el Torian III, en lugar de emplear los tradicionales imanes de ferrita optaron por usar unos artificiales de neodimio, que son mucho más potentes. Como bien debes imaginar: a más potencia, más energía.
El papel de la energía en el campo magnético
Lo cierto es que si deseamos que dos imanes se repelen es necesario gastar energía suficiente a través de su proximidad. Dicha energía es la misma que la generada por la propia repulsión. Así, no hay energía útil aprovechable porque, sencillamente, de algún sitio ha de salir la energía que acerca los imanes entre sí.
La energía ni se crea ni se destruye, se transforma, según las leyes de la termodinámica. Sin embargo, ¿de dónde sale esa energía para aproximar los imanes? La respuesta se encuentra en el trabajo. A fin de cuentas, energía en Física es la capacidad de realizar un trabajo.
¿El motor magnético es posible?
Por otro lado, y en el hipotético caso de que esto fuera posible, si bien es cierto que el motor magnético supondría un gran avance, tampoco podemos pensar en energía perpetua puesto que tarde o temprano, y por una mera cuestión de falla de resistencia mecánica, terminaría averiándose alguna de sus piezas.
No hay pues, ningún complot de las grandes empresas petroleras por impedir el desarrollo de lo que, si fuera posible, sería un gran paso para el cuidado del ambiente: el motor magnético. Sin embargo, hoy por hoy, es más un mito que una realidad.
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