Cómo las energías renovables influyen en la competitividad de las empresas

¿Qué son las energías renovables?

Las energías renovables son todas aquellas fuentes de energía que provienen de recursos naturales inagotables, o que pueden regenerarse de manera continua, como la solar, aprovechando los rayos del Sol a través de paneles fotovoltaicos y sistemas térmicos; el viento (energía eólica) que permite generar electricidad a través de aerogeneradores; el agua (energía hidroeléctrica) que produce energía gracias al uso del agua en movimiento de ríos y embalses. 

La biomasa y la energía geotérmica también tienen su lugar dentro de las energías renovables. La biomasa se obtiene del procesamiento de materiales orgánicos como residuos agrícolas, forestales o residuos sólidos urbanos; mientras que la energía geotérmica proviene del calor que se genera en el interior de la Tierra, el cual se aprovecha para producir electricidad o calefacción.

La importancia y gran auge de estas fuentes de energía dentro del panorama industrial se debe a su capacidad de sustituir los combustibles fósiles, por sus bajas emisiones de gases de efecto invernadero, y por su alineación con los objetivos de sostenibilidad del entorno empresarial.

Competir en mercados sostenibles

Trabajar de la mano con las energías renovables permite a las empresas abrirse paso como competidor en mercados donde los consumidores, socios, entes reguladores y de control ponen en primer lugar las prácticas sostenibles y responsables con el medioambiente. En sectores como el tecnológico, el alimentario y el automotriz, estar alineado con la transición hacia energías renovables es un "plus" muy importante, que les permite destacar y acoplarse a las exigencias de sostenibilidad de clientes y demás interesados en la empresa y sus acciones.

Desde el año pasado, España apunta más alto en su misión de descarbonizar su sistema eléctrico, gracias a que se beneficia de una combinación energética diversificada que mezcla 19% de energía solar, 4% de energía hidroeléctrica, 25% de energía eólica y 24% de energía nuclear. Los combustibles fósiles representaron menos de la mitad de este mix energético, un esquema que le ha permitido a España dar un paso hacia delante, destacar entre otros países de su entorno, y convertirse en una nación competitiva dentro del sector energético mundial.

Mejora de la imagen corporativa

Actualmente, una empresa que adopta las energías renovables en su sistema de producción se posiciona como una organización responsable y comprometida con el cuidado del medioambiente, distinción o categoría que mejora su imagen corporativa. Cada vez son más los clientes, usuarios y aliados comerciales que valoran el compromiso de las empresas con la sostenibilidad, por lo que ese impacto positivo en la reputación e imagen de la misma contribuye a fortalecer la fidelidad de los consumidores, atrae a nuevos clientes y fomenta relaciones sólidas con los socios, suma de virtudes que le permiten aumentar su competitividad en mercados internacionales que exigen prácticas respetuosas con el planeta.

Además de mejorar la imagen corporativa y la reputación, la integración de energías limpias también impulsa la innovación y la vanguardia dentro de las empresas, desarrollando productos y servicios más ecológicos y eficientes. Aplicar este tipo de energías “invita” a explorar nuevas tecnologías para la gestión energética, tanto en su distribución como en su almacenamiento. Estos “experimentos” no solo suman al querer diferenciarse de la competencia, también ayudan a fortalecer la capacidad de la corporación para adaptarse a un mercado mundial que no para de cambiar y evolucionar.

Atracción de inversión, capital y alianzas estratégicas

Si una empresa demuestra un gran compromiso con el medioambiente, sin duda atraerá más inversiones y financiamiento que una organización que no muestre un plan sostenible en su propuesta comercial, ya que hoy en día los inversores le dan prioridad a proyectos que minimicen el riesgo ambiental. 

Propuestas como fondos de inversión sostenible, los llamados bonos verdes, y préstamos con tasas preferenciales, están a la orden de aquellas empresas que adoptan prácticas sostenibles, lo cual también ayuda a darle un auge mayor a su competitividad en el ámbito internacional.

Entrar en la “categoría” de empresas sostenibles que apuestan por las energías renovables, también facilita las alianzas estratégicas con organizaciones e inversionistas que están en la misma sintonía y miran en la misma dirección, como proveedores de energía renovable, entes gubernamentales y demás actores del sector. Estos nexos pueden ayudar a reducir los costos de implementación, mejorar su acceso a estas fuentes, así como beneficiarse de incentivos fiscales, financiamientos y más apoyos que faciliten su transición hacia energías limpias.

Beneficios y obstáculos en la adopción de energías renovables 

Ante el auge de regulaciones nacionales e internacionales para velar por el cumplimiento de normativas ambientales, las empresas que integran energías renovables en sus procesos de producción tienen mayor probabilidad de acceder a mercados que exigen certificaciones de sostenibilidad, al estar alineadas con los requerimientos de los entes de control. Esto, a su vez, aumenta sus oportunidades de negocio y les abre las puertas hacia mercados internacionales.

Pero, más allá de los beneficios también existen ciertos obstáculos que las empresas deben sortear al decidir integrar las energías renovables en su sistema: los altos costos iniciales, el acondicionamiento de la infraestructura o no cumplir con todas las exigencias regulatorias. Para afrontar estos retos con cautela y sin sorpresas es necesario: 

• Identificar las fuentes de energía renovable más adecuadas para las necesidades de la empresa a través de un análisis de viabilidad, y establecer objetivos de sostenibilidad alineados con las exigencias internacionales.
• Crear alianzas estratégicas con empresas y organizaciones con el mismo compromiso sostenible, con la finalidad de compartir gastos y recursos.
• La búsqueda de financiamiento y aprovechar créditos o subvenciones para desarrollar sus iniciativas sostenibles.
• Capacitar al equipo para optimizar el uso de energías renovables y la gestión energética en los procesos de la corporación.
• Tomar en cuenta medidas que impliquen el autoconsumo, como instalar aerogeneradores o placas solares que ayuden a la reducción de costos a largo plazo.

En definitiva, la inclusión de las energías limpias en el sistema operacional de las empresas potencia la competitividad y contribuye al posicionamiento de su imagen en el mercado global vinculado a la sostenibilidad. Todo esto sucede a la par del beneficio ambiental que genera su aplicación progresiva y masiva en el entorno empresarial.

Las energías renovables continúan ganando espacio dentro del sistema energético global. Actualmente, la descentralización de la energía y las redes inteligentes (smart grids) han ido transformando la manera de gestionar el consumo energético dentro de las empresas. Esto, aunado al auge de la demanda de sostenibilidad por parte de clientes, proveedores e inversionistas; y a las normativas cada vez más estrictas, convierte a la adopción de energías renovables en un factor muy importante que potencia la competitividad de las empresas en el mercado internacional.