¿Cuál es la temperatura ideal según cada estación del año?

En el exterior de nuestra vivienda puede haber calor extremo o una densa nevada, pero en nuestro interior debe primar una temperatura agradable, sana y eficiente. ¿Pero cuál es la temperatura ideal? Pues lo cierto es que no existe una temperatura única, ya que entran en juego diferentes casuísticas, como, por ejemplo:

• La estación del año: cada estación tiene unos condicionantes que influyen en el confort de la temperatura y la eficiencia necesaria para alcanzar un nivel óptimo. No es lo mismo encender el aire acondicionado en un día caluroso de primavera que en pleno mes de agosto.
• La zona climática: la situación geográfica de la vivienda, las características bioclimáticas, el entorno de la vivienda… Los factores externos tienen un gran peso a la hora de calibrar la temperatura idónea.
• Las características de la casa: su distribución, su orientación, sus materiales y sistemas de aislamiento, el tipo de climatización del que disfruta la vivienda. Todo lo que constituye la vivienda como tal juega un factor clave.
• Los residentes de la casa: el número de personas, su condición de salud, su edad, su modo de vida, etc. En resumen, las características de los inquilinos.
• El tipo de estancia: no es lo mismo una habitación que sólo usamos para dormir que un salón en el que empleamos la mayor parte de nuestro tiempo activos.

Teniendo en cuenta todos estos factores y agrupando en dos grandes bloques de estaciones (primavera-verano y otoño-invierno) se puede llegar a concluir el rango de temperaturas más adecuado para los principales espacios de la casa.

La temperatura ideal del hogar en primavera y verano

Durante estas estaciones solemos alcanzar las temperaturas más altas en España. Por eso, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) apunta para que para estas estaciones una temperatura entre 25 y los 26 grados centígrados en el interior de nuestra casa es la solución óptima para cobijarnos del sofocante calor sin incurrir en un despilfarro de energía.

Además, se recomienda que la diferencia de temperatura frente al exterior de la casa no sea mayor de 12 grados, para que no se produzca un shock térmico, evitando así los conocidos como resfriados de verano.

Y aunque se recomienda que la temperatura oscile entre ambos grados, no todas las estancias necesitan mantener la misma temperatura que el resto de la vivienda:

Salón

Al ser una estancia que reúne a la mayoría de los convivientes del hogar durante gran parte del día, la temperatura debe mantenerse entre los 25 y 26 grados señalados por el IDAE. Recuerda que no todas las personas tienen la misma sensación de calor, por lo que si mantienes una temperatura estable te evitarás discusiones por el control del mando del aire acondicionado.

Dormitorio

Esta habitación tiene la característica de que el tiempo que empleamos en ella es seguido, es decir, desde que nos vamos a dormir hasta que nos despertamos. Además, suelen ser horas nocturnas. Por ello, la temperatura debe mantenerse en 25 grados, siempre teniendo de referencia la temperatura del exterior, ya que no debe superarse la diferencia de 12 grados. Mantener una temperatura constante nos ayudará a descansar, sin olvidar que la ropa de cama y nuestra indumentaria debe adaptarse a las temperaturas si queremos estar cómodos. Se acabo eso de taparse con el edredón porque el aire acondicionado está muy fuerte...

En el caso de un dormitorio infantil, se recomienda aumentar en un par de grados la temperatura, para cuidar el bienestar de los bebés, mucho más sensibles al frío y a los cambios bruscos de temperatura.

Cocina

La cocina es una estancia que tiene relativamente poca actividad, pero el hecho de utilizar los distintos electrodomésticos como vitrocerámicas, horno o microondas puede hacer que la temperatura aumente significativamente. Por eso es recomendable ajustar la temperatura a 25 grados. Siendo la estancia en la que se pueda estar más fresco.

Cuarto de baño

A diferencia de la cocina, la temperatura del baño debería ser la estancia con mayor temperatura. En ella ya nos refrescamos con agua bien fría, por lo tanto, una temperatura baja puede llegar a ocasionarnos malestar.

La temperatura ideal del hogar en otoño e invierno

En general, en esta estación la temperatura durante el día debe mantenerse entre 21ºC y 23ºC, según el IDAE. Por la noche, el termómetro puede marcar entre 17ºC y 18ºC.

Salón

Si estamos en el salón, la temperatura recomendada debería seguir lo que dicta el IDAE al respecto. Eso sí, si no estamos o es de noche, el rango entre 17ºC y 18ºC será más que óptimo para estar cómodos. Recuerda que también tienes la posibilidad de hacerte un ovillo en una manta y ver una película bien arropado sin necesidad de mantener una temperatura muy elevada.

Dormitorio

La temperatura óptima para un dormitorio es de 18ºC, que invita al descanso sin hacer un malgasto de energía. De nuevo, si se trata de un dormitorio donde hay niños, se recomienda aumentar un par de grados la temperatura para evitar resfriados.

Cocina

Para la cocina la temperatura recomendada oscila entre los 21ºC y los 23ºC. Pero recuerda, como hemos visto anteriormente, al ser un espacio donde se concentra el calor de electrodomésticos y aparatos eléctricos, no es necesario subir demasiado la temperatura. Ten en cuenta también que muchos alimentos son muy susceptibles a los cambios bruscos de temperatura.

Cuarto de baño

Por último, en el cuarto de baño se recomienda una temperatura de 23ºC. Pero como sucede también en verano, es una estancia en la que una temperatura demasiado alta puede ocasionar problemas de salud, ya que, si tomamos duchas o baños de agua caliente, la temperatura se puede disparar por el vapor.

La temperatura en espacios públicos y de trabajo

Gran parte de las horas del día las pasamos en el trabajo. Para reducir el consumo de gas y avanzar en la eficiencia energética, el Ministerio para la Transición Ecológica, determinó una temperatura ideal tope para edificios públicos en general, como establecimientos comerciales, grandes almacenes o centros comerciales, espacios culturales, estaciones y aeropuertos, además de espacios de trabajo. Si es necesario activar la calefacción, la temperatura máxima que deben registrar los termómetros es de 19ºC, mientras que, si se enciende el aire acondicionado, no se debe rebasar los 27ºC.

Consejos para mantener la temperatura ideal gastando menos energía

Existen herramientas con la que es posible sobrevivir, tano al calor como al frío, sin necesidad de incurrir en un gasto energético elevado, evitando sorpresas de última hora en nuestra factura. Por eso te recomendamos algunos hábitos muy fáciles de seguir para que la temperatura de tu hogar sea siempre óptima, incluso si se estropea el aire acondicionado o la caldera.

• El Sol es tu aliado: por un lado, te ayuda a mantener el calor cuando las temperaturas del exterior caen, además la iluminación natural te ahorra en el consumo de luz y los beneficios de la luz solar en la salud son más que demostrables. Por lo tanto, intenta disfrutar de los rayos de Sol en tu hogar al máximo. Incluso puedes, generar electricidad a su costa a través de paneles solares, que supondrán un ahorro en tu factura.
• Aísla para mantener la temperatura adecuada: desde utilizar los tejidos adecuados en cortinas hasta colocar burletes en la ventana. Existen multitud de pequeños detalles que te ayudarán a mantener la temperatura ideal en tu hogar sea cual sea la estación.
• Viste de manera adecuada: adaptar tu ropa a la estación correspondiente conseguirá que estés más cómodo con la temperatura, evitando que incurras en gastos innecesarios para refrescar o calentar tu hogar innecesariamente. Por lo tanto, mantén una temperatura agradable que evite que tengas que ponerte una chaqueta encima en verano o que tengas que ir en manga corta por casa en invierno.
• Si no estás en casa, no climatices: regula el termostato si no estás en casa, ya que no vas a necesitar que tu hogar esté a la temperatura ideal si no vas a disfrutar de ella. Puedes mantener una temperatura determinada, que no genere gastos innecesarios a la hora de ajustarse a la temperatura ideal cuando vayas a volver. Si no vas a volver por un largo período, recuerda apagar todos tus aparatos climatizadores.