Consumo de aparatos eléctricos y electrónicos

¿Qué son los aparatos eléctricos y electrónicos?

Antes de ver sus diferencias, conviene ser conscientes de todo lo que tienen en común.

En primer lugar, comparten una forma de referirse a ellas, ya que las siglas AEE son las elegidas para designar tanto a los aparatos eléctricos como a los electrónicos.

También debemos señalar que tanto los dispositivos eléctricos como los electrónicos requieren de corriente eléctrica o de campos electromagnéticos como fuente de alimentación. Es decir, los dos necesitan la misma energía, pero mientras que los primeros la convierten en otra forma de energía, los segundos la emplean para procesar información.

Además, ambos forman parte de nuestra vida. En el día a día utilizamos múltiples aparatos eléctricos. De hecho, cualquier hogar está repleto, empezando por la cocina, donde encontraremos el mayor número de artefactos de estas características, como lavadora, lavavajillas, frigorífico, batidora, microondas, robot de cocina o cafetera. Otros aparatos eléctricos comunes en un domicilio son el televisor, el router, altavoces, la plancha o aparatos de aseo como un secador de pelo. Incluso, además de en nuestra casa, hay algunos que van con nosotros a todas partes, como nuestro smartphone, los auriculares inalámbricos o la tablet.

En cuanto a los aparatos electrónicos, se podría decir que, aunque sea menor la cantidad, tienen la misma presencia y valor en nuestras vidas. Porque, ¿acaso podríamos vivir sin ordenadores?

Esta cotidianidad y que los consideremos tan necesarios y parte imprescindible de nuestra rutina, hace que su vida útil esté limitada y que generemos muchos residuos provenientes de estos objetos. Por tanto, se nos presenta una oportunidad para reciclar materiales renovables. Se dice incluso que son tres veces más que cualquier otro residuo sólido, con lo que para evitar su impacto negativo en la salud de las personas y en el medio ambiente, debemos garantizar su reciclaje, a través de los medios adecuados para su recogida y tratamiento. Por ejemplo, ¿sabías que de un frigorífico se extraen aluminio, cobre y diferentes metales, que se pueden reciclar y posteriormente reintroducir en procesos de producción?

En la actualidad, para muchos de estos aparatos reciclar no es una opción, sino una obligación. Desde 2018 la mayor parte de ellos deben reciclarse por ley, y a los ya incluidos anteriormente en la legislación, como aparatos de intercambio de temperatura, monitores, pantallas, lámparas, equipos informáticos o paneles fotovoltaicos, se han añadido otros como luminarias, enchufes, sensores, mandos, motores, transformadores o consumibles ofimáticos.

"Para muchos de estos aparatos reciclar no es una opción, sino una obligación."

Tipos de aparatos eléctricos

En realidad, aunque todos requieren una tensión nominal que no supere los 1.000 voltios en corriente alterna y los 1.500 en corriente continua, podemos establecer varias categorías que los diferencien, pero la principal y más común es en base a su tamaño.

Grandes electrodomésticos.

Ya hemos enumerado muchos de ellos, y seguramente los identifiques fácilmente por ser los que poseen mayores dimensiones. Para no repetirnos, te ponemos como ejemplo algunos de los aún no nombrados, como estufas y radiadores, hornos o equipos de aire acondicionado. Además, no siempre se limitan al hogar, también hablamos de aparatos de gimnasio para hacer deporte, equipos médicos para la detección y tratamiento de enfermedades o máquinas expendedoras.

Pequeños electrodomésticos.

Como bien te has imaginado, efectivamente, son los que ocupan menos espacio, como una máquina de afeitar, un cepillo de dientes eléctrico, una tostadora, una lámpara o un juguete infantil.

Tipos de aparatos electrónicos

Los podemos clasificar en base a diferentes parámetros. Veamos algunos de ellos y las categorías a las que dan lugar:

En función de su estructura interna.

Dispositivos de entrada. Nos referimos a pantallas táctiles, teclados, ratones...

Dispositivos de proceso de información. Hablamos de microchips, transistores, circuitos impresos o condensadores.

Dispositivos de salida. Pantallas proyectoras, impresoras, auriculares...

Según sus componentes.

Independientes. Son los componentes denominados también como “discretos”, aquellos que consideramos las unidades mínimas más sencillas que podamos utilizar. Estos a su vez pueden ser pasivos, aquellos que no transforman las señales que reciben, como es el caso de los condensadores; o activos que, al contrario, amplifican o reducen la señal, como sucede con los transistores.

Integrados. Se trata de circuitos más complejos, ya que están formados por los componentes anteriores, pero con el añadido de contar con una placa de algún material semiconductor y la posibilidad de combinarse o añadirse a cualquier otro circuito. Nos referimos a sistemas microscópicos pero complejos, como son los microchips. 

“Podemos clasificar los aparatos electrónicos en función de su estructura interna y de sus componentes.”