La luz no solo la inventó quien imaginas

La luz realmente no la inventó nadie. Existe como existe la oscuridad o la materia. Sin embargo, la gran aliada de la luz y en la que se basa este artículo es la bombilla, que es a su vez el primer elemento con el que generar luz a través de corriente eléctrica.

Para que las bombillas que conocemos hoy en día se convirtieran en una realidad han tenido que pasar muchas cosas. 

Quizá un objeto cotidiano del que se fabrican miles de unidades por hora, no sea muy destacado en la actualidad, pero es muy curioso recordar que las primeras bombillas eran artesanales y muy caras. Para conseguir producirlas, los científicos han tenido que poner a límite su cerebro, realizar cientos de ensayos y pruebas. En este post viajamos por el pasado hasta encontrar su origen.

CITA: La historia de la luz es una historia de más de 1200 años

Antes de que Thomas Edison crease un instrumento que lograse transformar la electricidad en luz, se avanzó en una serie de pasos y descubrimientos que dieron lugar al punto de partida de la bombilla tal como la conocemos. Edison convirtió todos aquellos avances en un nuevo producto en el mercado, novedoso y a su vez curioso, que a posteriori sería consumido por millones de personas. Sin embargo, todo empezó mucho antes…

“En la actualidad se fabrican miles de unidades por hora, pero las primeras bombillas eran artesanales.”

Humphry Davy: Creador de la lámpara de arco eléctrico

Nuestro primer personaje histórico fue un químico británico que nació en 1778, y que junto a Alessandro Volta y Michael Faraday, es considerado como el fundador de la electroquímica.

Durante sus estudios e investigaciones sobre la electrólisis, sus grandes logros separando elementos y sus conferencias, experimentó con las primeras baterías para posteriormente, lograr fabricar una pila.

En 1816 creó una lámpara que se empleó como herramienta de seguridad para los mineros, de cara a evitar explosiones, y que fue bautizada con su nombre: “la lámpara de Davy”.

Joseph Wilson Swan: Descubridor de la lámpara incandescente

Fue un físico y químico inglés, y a él se atribuye el descubrimiento de la bombilla eléctrica.

En el año 1860 desarrolló una bombilla de vidrio con un filamento de papel carbonizado. Al pasar la corriente eléctrica por este filamento, se calentaba y emitía luz. El resultado no fue del todo satisfactorio, debido a la falta de un vacío total y a la ineficiencia del alumbrado obtenido; pero sí resultó un buen punto de partida para continuar perfeccionando la bombilla moderna que hoy conocemos. De hecho, tres años después, Swan patentó un proceso para exprimir nitrocelulosa y obtener fibras, al que llegó mientras buscaba cómo obtener un filamento óptimo para su invento.

Este hallazgo no sólo dio pie a la actual bombilla, sino que benefició a la industria textil, que empleó en su producción esta forma de elaborar fibras.

“La bombilla de vidrio con un filamento de papel carbonizado de Joseph Wilson Swan fue un punto de partida para perfeccionar la bombilla moderna que hoy conocemos."

¿Qué fallaba en la lámpara de Swan?

Los ensayos con filamentos, tanto metálicos incandescentes como de algodón o fibra de bambú, se encerraban herméticamente al vacío en un recipiente de vidrio, logrando conectar dos hilos de platino.

El resultado era una bombilla que funcionaba, pero cuya vida útil estaba muy limitada a apenas unos días, sin ni siquiera conseguir una intensidad estable y mantenida.

El reto estaba claro: tenían que conseguir que aquellos filamentos, no se fundiesen por el calor y así, la intensidad y vida útil crecería considerablemente. Y decimos “tenían”, porque aquí es donde toma parte el popular conocido como descubridor de la luz, Thomas Edison.

Fueron muchos los intentos hasta lograrlo. Primero probaron con filamentos elaborados con celulosa, posteriormente probaron con carbón metalizado, que proporcionaba una mejor iluminación, pero sin conseguir un óptimo rendimiento. Finalmente, encontraron la solución definitiva en los filamentos metálicos, en concreto, en el denominado filamento de wolframio.

“El reto era conseguir que los filamentos, no se fundiesen por el calor y que la intensidad y vida útil de la bombilla creciese.”