Radiador de calor azul: qué es y cuáles son sus ventajas

Los radiadores de calor azul están en boca de todos ya que van camino de desbancar a los radiadores tradicionales. Se trata de una alternativa eficiente, además son más seguros y amables con el medio ambiente en comparación a otro tipo de calefactores. Pero eso no quiere decir que estén hechos para todo tipo de hogares. Te contamos las claves que necesitas saber sobre los radiadores de calor azul.

¿Qué es el calor azul? 

El llamado calor azul o energía azul es un fluido o aceite caloportador llamado “Sol azul”, este tipo de líquido es capaz de generar, extender y mantener el calor. Se encuentra dentro de los radiadores de calor azul que, al conectarse a la red eléctrica, calientan este líquido repartiendo el calor por todo el aparato y aumentando la temperatura de la estancia donde está situado.

¿Qué es un radiador de calor azul?

Un radiador de calor azul es un radiador eléctrico que ha sido catalogado como más eficiente debido a que consume menos que un radiador de bajo consumo estándar.

Pero incluso siendo eficientes y de bajo consumo, todos los radiadores eléctricos pueden llegar a suponer un importante gasto energético y, por lo tanto, tener impacto en tu factura. Por esa razón, están idealmente pensados para hogares con estancias pequeñas, que requieran de consumos muy elevados, o casas situadas en lugares cálidos, que no necesitan mantener temperaturas muy altas.

A pesar de que los radiadores de energía azul no sean la mejor fuente de calor para todos los consumidores, siguen siendo una gran solución frente a otras opciones eléctricas.

Pero si sigues teniendo dudas sobre qué tipo de calefacción te conviene, te ofrecemos una guía explicativa con todos los tipos de sistema que hay en el mercado, para que puedas escoger el que mejor se adapta a tus necesidades.

¿Cómo funciona un radiador de calor azul?

El funcionamiento de un radiador de calor azul se basa en un fenómeno conocido como efecto Joule. Suena complicado, pero no lo es. Allá donde hay corriente eléctrica hay electrones desplazándose a gran velocidad y chocándose de tal manera que generan calor.

En el caso de la calefacción azul, el calor se concentra en una resistencia eléctrica que a su vez calienta el fluido que hay en el interior del radiador. Este aceite va subiendo de temperatura y calienta la carcasa exterior para que climatice la casa como cualquier otro radiador.

A este funcionamiento básico, se suman algunas mejoras que optimizan el rendimiento. Generalmente se escoge un material que conduzca bien el calor para elaborar la carcasa, como, por ejemplo, el aluminio. Por otra parte, en los diseños de los radiadores de calor azul se suele encontrar una rendija para expulsar el aire y contribuir a acelerar el calentamiento de la habitación. Así, se optimiza la propagación del calor a través un sistema de convección envolvente, ya que el calor no solo se propaga por el frente, sino que también por los laterales de la estufa.

En los modelos más modernos, muchos de los radiadores de calor azul incorporan novedades que aumentan su eficiencia, como temporizadores o detectores de presencia, para que estos funcionen solo cuando sea necesario.

Ventajas e inconvenientes del calor azul

Como en todas las opciones de calefacción existen ventajas e inconvenientes de optar por los radiadores de calor azul.

Ventajas del calor azul en los radiadores

• Son eficientes desde el punto de vista del consumo eléctrico: toda la energía que consumen se transforma en calor, lo que las hace más eficientes que otras estufas de tecnología más antigua.
• Son rápidas: por su funcionamiento son capaces de calentar una habitación en pocos minutos. En ese sentido, no hace falta encenderlas tiempo antes de llegar a casa.
• No generan olores: a diferencia de otro tipo de estufas (de aceite, por ejemplo), no emiten olores desagradables. Tampoco emiten gases contaminantes ni generan residuos, por lo que son una alternativa sostenible.
• Son programables y regulables: con temporizadores o sistemas Smart podemos optimizar su funcionamiento incluso en remoto, algo que estufas más antiguas no permiten.
• Son silenciosas: no emiten ruidos.
• Son fáciles de instalar: aunque hay estufas móviles para desplazar de una habitación a otra, también existen modelos que se pueden instalar en una vivienda a modo de radiador. Están especialmente indicados para casas sin gas.
• Son versátiles: los modelos móviles se pueden trasladar entre habitaciones o viviendas y se pueden almacenar perfectamente durante los meses que no necesitemos utilizarlos.
• Son seguras: al funcionar con energía eléctrica son un sistema de calefacción seguro, apto para viviendas con niños y mascotas.
• Son económicas: los equipos se pueden adquirir por precios inferiores a otros sistemas de calefacción. Entre unos 60 y 70 euros.

Inconvenientes del calor azul en los radiadores

No resultan rentables económicamente si hablamos de casas de tamaño medio o grande, o si necesitas encender la calefacción a diario durante el invierno. El impacto en la factura eléctrica puede ser considerable. Por esa razón, para ahorrar más en tu factura de la luz te recomendados las Tarifas Tempo, con las que tú eliges que horas del día te salen gratis.

• Los modelos de radiadores de energía azul más baratos suelen resultar menos eficiente y contar con peor tecnología, por lo que para conseguir una solución óptima podrías llegar a pagar hasta 500 euros por radiador.

En resumen, concluimos que los radiadores de calor azul no son una opción económica válida para cualquier vivienda. Resultan rentables por su fácil instalación, o "para salir del paso" en pisos o casas de segundo uso, o que apenas necesitan encender la calefacción, pero no en la gran mayoría de los hogares.

"Los radiadores de calor azul son una alternativa al radiador tradicional en segundas viviendas o bien en climas cálidos."

¿Los radiadores de calor azul son de bajo consumo?

Como hemos visto anteriormente, los radiadores de energía azul no son la solución más rentable para hogares o habitaciones muy amplios. En cambio, son un recurso perfecto para calentar de manera rápida, sin olores ni residuos, habitaciones y estancias pequeñas.

En cuanto a su consumo, como todas las opciones eléctricas, se mantiene elevado. Su rendimiento es del 100%, lo que quiere decir que por cada W que necesita gasta un W. Por esa razón, es preferible evitar su uso prolongado y mantener su funcionamiento para momentos puntuales, al igual que el resto de los aparatos eléctricos que tengas en casa.

El consumo mensual de un radiador de energía azul de alta capacidad es de unos 1,6 kW frente a otros sistemas de calefacción eficientes como los acumuladores eléctricos de calor de gran tamaño que pueden llegar a los 2kW mensuales.

Calor azul o acumuladores: ¿qué es mejor?

El ejemplo más conocido de acumulador eléctricos de calor son las estufas, este tipo de calentadores suelen almacenar el calor en su superficie (normalmente de aluminio o cerámica) para que el efecto sea más duradero. Por otro lado, al funcionar a través de ciclos de carga y descarga, su rendimiento es menos eficiente, ya que no pueden permanecer conectados durante demasiadas horas seguidas.

Si comparamos el uso de un radiador de energía azul con un acumulador eléctrico de calor, el acumulador mantiene el calor durante más tiempo sobre su superficie, pero goza de menos autonomía y, dependiendo del modelo, abarca poco espacio que calentar.

En cambio, un radiador de calor azul, al funcionar mediante el calentamiento de un aceite, puede dispersar más energía, por lo que el calor se reparte mejor y es más constante.